Escribir es una virtud. Escribir te entrena y te convierte en un narrador de la realidad (o en un navegante de la imaginación). Escribir es devolverle al mundo lo que éste te ha dado.

Sin embargo, con pesar confieso que hace mucho que no escribo por placer. Mis baterías de disciplina y consistencia las había reservado para otros oficios más demandantes y presurosos. Pero, hoy, he decidido cambiar esto.

La mayor resistencia en la determinación de ser un escritor consecuente viene del autosabotaje... de aquella trampa de esperar el quimérico momento perfecto, la alineación de los astros; aguardar a la musa más bella o a dos musas encendidas haciendo el amor frente a ti.

Seamos honestos. Seamos realistas. El momento perfecto para escribir no existe. Acercarse a él tan solo origina una mejor excusa para la inacción. Es, en otras palabras: gelatinosamente utópico.

Es tan simple como esta tautología: "el escritor, escribe". Sanseacabó.

Por eso, aquel cliché motivador que reza que "el momento perfecto es ahora", después de todo tiene sentido y hoy lo abandero.

Este es un blog muy random inspirado principalmente por la tecnología. Déjame contarte un poquito de qué va todo esto.

Soy usuario de Hey.com desde sus inicios. Esta plataforma es, en mi opinión (y en la de Popular Mechanics), una de las mejores invenciones recientes. Lograron redefinir el correo electrónico, bajo la loable misión de rescatar nuestra privacidad y otorgarnos más autonomía sobre la información que consumimos. Ya esto de por sí es mucho decir.

Recientemente, añadieron la función Hey World. En palabras sencillas, es una plataforma de blogging/newsletter que operas desde tu buzón.

Ahora no hay excusas. No hay Wordpress caído al cuál achacarle la culpa de tu inconsecuencia. No hay contraseña de Medium extravíada que sirva como chivo expiatorio.

Escribes, envías y continúas tu vida.

El concepto de "Hey, World" me pareció apasionante y apropiado. Me cayó como anillo al dedo para incorporar la rutina de escribir como parte de mis actividades cotidianas.

Así que, respondiendo a la pregunta, en este blog encontrarás disertaciones de 150 palabras o en otros casos 5000. Será mi espacio de complicidad para compartir mi visión sobre temas relacionados al futuro, el desarrollo tecnologías prometedoras, emprendimiento, bitcoin "y sus hijos", y en ocasiones, un poco de literatura. Después de todo, definirse es limitarse. De allí mi idea de mantener este espacio abierto a los temas que afloren.

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Gracias por leerme.