Marco Vélez Esquivia

April 14, 2021

La emoción de una idea es un momento, no un estado constante

En estos días estoy metido completamente en la preproducción de Ultraviolencia, mi próxima película, y me puso a pensar bastante sobre la emoción que uno tiene por una idea. Pero estar emocionado con una idea es en verdad un momento, no un estado constante.

Hoy en día parece que todo el mundo, ya sea un anuncio de nuevos productos o hablando de su película comienza con un preámbulo que dice: "Hoy estamos muy emocionados de...".

Esto es dicho ya sea cuando están lanzando un nuevo servicio de telefonía celular, abriendo otra sucursal bancaria, lanzando una promoción con un 10% de descuento, reabasteciendo un producto, anunciando su nuevo cortometraje, rompiendo un nuevo récord o presentando una serie web, ¡todos suenan super emocionados!

Seguro que parece que todo el mundo se está divirtiendo mucho cuando presentan sus nuevos productos. Entonces, cuando no vemos eso reflejado en nuestros propios negocios, nos preguntamos qué estamos haciendo mal. ¿Por qué la gente con la que trabajo, mis empleados no siempre están muy emocionados? ¿Qué necesito hacer para que se emocionen de la misma manera? ¿Por qué mis actores no están muertos de la emoción de la misma manera que los otros actores de esos proyectos?

Toda esta súper emoción establece una vara irrazonable.

La verdad es que el trabajo que hacemos a diario es rara vez emocionante. La mayor parte del trabajo es bastante mundano. Incluso cuando se trabaja en cosas significativas. Lo más profundo, lo más emocionante se construye con un ladrillo aburrido a la vez. Incluso las ideas más creativas, el mejor arte, los avances tienen que ser ensamblados, y el ensamblaje no suele ser lo que motiva a la gente.

No se llega al emocionante final sin pasar por el  mundano medio. El principio y el final son las partes más cortas y más emocionantes, pero el medio es la mayor parte.

La idea puede ser estimulante. El concepto puede ser emocionante. La visión puede ser embriagadora. Pero las palabras en el guion deben escribirse, los errores deben ser eliminados, las materias primas deben obtenerse, las fallas deben arreglarse, los precios deben negociarse, las opiniones deben ser ventiladas, los desacuerdos deben ser tenidos, las frustraciones deben sentirse, la política debe navegarse...

Construir cualquier cosa es en su mayoría mundano, en su mayoría típico, en su mayoría solo trabajo.

Debe haber momentos maravillosos y emocionantes. Tal vez incluso podemos tener la suerte de pasar unos días o semanas increíbles emocionados. El tipo de tiempo que pasa volando con una sonrisa, con una energía palpitante que te hace sentir imparable. Un tanque creativo. Una adrenalina.

Pero la mayoría de los días simplemente no son eso. Y eso es completamente normal. Tiene que gustarte el trabajo, no tienes que amarlo constantemente. En conjunto, el trabajo debe ser gratificante, desafiante e intelectualmente estimulante. Emocionante es un caso atípico, una experiencia ocasional. Como debería ser. Comer postre todo el tiempo es realmente delicioso cuando no es común. Cuando no se nos vuelve paisaje.

Entonces, ¿cómo mantienes a la gente entusiasmada con el trabajo todo el tiempo? No lo haces. Los emocionas con el proceso del trabajo mundano que se viene y con la posibilidad de un resultado emocionante.


Marco Velez Esquivia
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About Marco Vélez Esquivia

Hey! Soy Marco Velez Esquivia, soy el fundador y CEO de LYNCH anima, creadores de las películas colombianas Tiempo Presente, Ultraviolencia, Sicosexual, Ruido y Afuera del Tiempo

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