Marco Vélez Esquivia

April 22, 2021

La industria audiovisual vs la reforma tributaria, parte II


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Si sigues Film Twitter o Film Facebook o has visto un resto de tus amigos cineastas un poco indignados con la reforma tributaria con sus imágenes llenas de S.O.S. Cine Colombiano, pues es por dos razones principales:

  1. Creen [falsamente] que el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico se va acabar (no se va acabar, va a cambiar su modo de financiación - escribí sobre eso en la primera parte)

  2. Se acaban los incentivos a las producciones extranjeras para que vengan a rodar en Colombia.

Sobre el segundo punto me encuentro completamente con sentimientos encontrados. Muy encontrados.

¿Qué significa todo esto?

El año pasado, con el Decreto 474 de 2020 se extendió la vigencia de la Ley Filmación Colombia (Ley 1556 de 2012 o la Ley 1955 de 2019 en la Reforma Tributaria) por 10 años y amplió los beneficios de esta norma a otros géneros audiovisuales como series, videos musicales, proyectos de animación y videojuegos, comerciales y series web.

La Ley 1556, o la Ley de Cine 2 como es llamada en nuestro medio, te da la posibilidad de atraer producciones extranjeras gracias a dos incentivos al cumplir un mínimo de gasto en Colombia (USD$475.000):

  1. El FFC que es un fondo, que sale del presupuesto nacional, que da una contraprestación a las producciones del 40% por servicios audiovisuales y 20% por servicios logísticos.

  2. A través de un certificado de inversión audiovisual (CINA), el cual da a las producciones certificados por el 35% del valor de su gasto en Colombia (los cuales pueden salir a vender a empresas colombianas).

A esto le tienes que sumar que las producciones no pagan IVA al tratarse de una exportación de servicios.

La idea detrás del FFC y del CINA es que a través de estos incentivos permitan apalancar proyectos de inversiones de productores extranjeros y posicionar a Colombia como el nuevo hub de la industria audiovisual. O como dice nuestro Presidente: el Silicon Valley de Latinoamérica.

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Para ponerlos en los términos más sencillos posibles, la reforma tributaria mataría completamente todo tipo de incentivos tributarios para las producciones extranjeras. De eso no hay duda ni problemas de entendimiento en la reforma.

Con esto, queda clarísimo que la política de Economía Naranja llega hasta cierto punto y en este país, todo cambia rápidamente. Pero creo que cuando hay problemas económicos generados por una pandemia mundial, cosas como esta están destinadas a suceder. Ha sucedido por años en muchos de los estados en Estados Unidos y en otros países que cuando el presupuesto hay que ajustar, este tipo de incentivos son los primeros que son eliminados, y solo vuelven, cuando ya hay una normalidad. Sino mira lo que ha pasado en las últimas dos décadas con los tax rebates en New York o en California.

Estos incentivos tributarios, hasta la fecha, han sido utilizados principalmente para sólo largometrajes que vienen a filmar a Colombia, y una que otra serie de Netflix y Amazon que les dimos esos beneficios antes que se ampliara ese derecho mediante el decreto del año pasado a otros medios diferentes al cinematográfico.

Si los incentivos son tan buenos, ¿por qué tienes sentimientos encontrados?

Success is a lousy teacher. It seduces smart people into thinking they can't lose. - Bill Gates

En su momento, nadie se molestó con que esos dineros que hacen parte del FFC fueran parte del presupuesto nacional. A nadie le pareció raro ni puso el grito en el cielo. Pero nuestra doble moral, o desconocimiento, dice que el FDC se va acabar al pasar a ser financiado por el presupuesto general.

Nuestra doble moral es tan grande que el run-run en la industria era que el CNACC y Proimágenes estaban haciendo lobby para ver si del presupuesto nacional podía salir algo para el FDC de este año. ¿Qué tal nuestra autonomía? Si salía algo, todos estarían contentos. Pero como no salió... Pero bueno... ya hablé del FDC anteriormente y extensamente. Sigamos con los incentivos para producciones extranjeras.

Estos incentivos son de los mejores en el mundo. Literalmente de los mejores. Por eso son extremadamente atractivos para las producciones extranjeras. Por eso estuvieron aquí Will Smith, Nicholas Cage y Daniel Radcliffe.

Los incentivos han sido increíbles porque hemos tenido la posibilidad de tener un gran número de producciones extranjeras filmando en Colombia. Esto genera una especie de estabilidad laboral en nuestra industria. Esto genera un mayor número de empleos constantes en nuestra industria la cual ha ido creciendo considerablemente pero que el crecimiento empresarial no va a la par.

Los grandes empleadores del sector son los canales de televisión que casualmente nunca crecieron más de 2, entonces eso significa que no hay un mayor número de proyectos. La industria de la publicidad, el otro gran empleador, ha estado decayendo al pasarnos principalmente de comerciales televisivos a comerciales en redes sociales donde los presupuestos han ido bajando considerablemente.

Por lo tanto, las producciones extranjeras son grandes oportunidades para contratar grandes números de personas colombianas ya que les devuelven el 40% de sus honorarios a los productores extranjeros. El 40%! O sea, si me contratan como Director de Fotografía para una de esas producciones, a la producción le devuelven el 40% de mis honorarios.

Pero es aquí donde comienzan mis sentimientos encontrados.

Mientras que a Netflix, que es uno de los mayores beneficiados de filmar en Colombia, le devolvemos entre el 35 y el 40% de los honorarios de los trabajadores colombianos en sus producciones, aquí de milagro el gobierno ayuda a cubrir la seguridad social de un primer empleo para personas menores de 28 años.

O sea, a la empresa que está valorada en 255 mil millones de dólares, le estamos ayudando para que haga su contenido acá pero al micro-empresario colombiano no le podemos dar ni siquiera un crédito para empezar su negocio sin que tenga que vender su alma. O le estamos ayudando al hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, y su pequeña empresa llamada Amazon, en vez de al emprendedor y productor colombiano.

Soy de los convencidos de que si Netflix y Amazon quieren filmar acá, lo van a hacer con o sin estímulos. Especialmente con Netflix con una política de crear contenidos locales que puedan tener éxito localmente y contenidos que pueden trascender a otros países tras el éxito de series españolas y coreanas mundialmente.

Netflix se metió de lleno en España tras el éxito de varias de sus series, entre ellas claramente La Casa de Papel, y películas como El Hoyo. Y es que Netflix si está utilizando a España y sus incentivos tributarios. España tiene un incentivo fiscal para rodajes internacionales con un tax rebate de hasta el 30%. Ya de por si es menor al Colombiano. Y luego se tienen que gastar por lo menos, 1 millón de euros! Bastante lejos de nuestros USD$475.000.

Aun así, con esas condiciones no tan iguales a la nuestra, les va muy bien en España. Y aun así no tuvieran esos incentivos, estarían haciendo contenido allá. Al igual que con o sin incentivos, lo van a hacer acá.

Las políticas colombianas en este sentido se dedicaron a hacer la fácil. Busquemos al gringo y traigámoslo para acá. Busquemos inversión externa en vez de crear lo nuestro y de fortalecerlo, y de tener una industria interna fuerte. Si nuestra industria fuera tan fuerte en términos de producción como la española o la mexicana, nuestra industria pudiera sostenerse sola, y tener estas producciones extranjeras de adicional. De fina coquetería.

Otro punto que tengo en mis sentimientos encontrados es que la gran mayoría de los cargos de estas producciones extranjeras son cargos medios. Exceptuando realmente producciones colombianas realizadas con Netflix, la mayoría de los cargos contratados para colombianos son operativos.

¿Por qué Weta Digital, una de las empresas de efectos visuales más increíbles, nació en New Zealand? Peter Jackson cuando se llevó Lord of the Rings para filmar en New Zealand, creó su propia empresa de VFX. Usó esos recursos para crear una de las mejores empresas de efectos visuales del mundo. Y esa empresa le sigue haciendo efectos visuales a muchas películas de Hollywood, o sea, que esa empresa exporta servicios, con o sin incentivos.

Después de 8 años de ley ejecutada, ¿qué empresa especializada tenemos para mostrar que pueda exportar servicios con o sin incentivos?

Las grandes empresas de producción colombiana, las de mayor trayectoria, se dedicaron a buscar clientes, a buscar productores, como si fueran una agencia de publicidad. Y con los rendimientos de esos proyectos, no crearon una mayor infraestructura, no generaron nuevos proyectos internos colombianos. No generaron oportunidades para que nuevos talentos emergieran.

¿Y qué decimos de la gente que trabaja en estas mega-producciones? Comenzaron a ganar honorarios de ese tipo de producciones que ya no le apuestan a las producciones nacionales porque “no pagan tan bien”. Pero esas mismas personas son las que estaban escribiéndonos cuando las producciones extranjeras dejaron de venir por la pandemia.

Yo soy director y valoro el trabajo de cada una de las personas que están en mis películas. Le mando a todo el mundo mi breakdown de mi guion e intento tenerlos al tanto de lo que quiero lograr. Sea mi diseñadora de producción o sea la asistente de producción o segunda de cámara.

Con eso dicho, la mayoría de cargos que son contratados por estas producciones son cargos en producción, cargos de asistentes, cargos de eléctricos y grip. No es como que la producción contrata a una directora de fotografía colombiana, a una diseñadora de producción colombiana. Y es aquí donde no hemos sacado ventaja ante ningún otro país destino de producción de estos mega-productores.

Como buen productor, todos amamos un buen descuento en los gastos de producción. Si no, pregúntale a Jason Blum porque hacen todas las películas de Blumhouse en Louisiana. Pero cualquier productor te va a decir que si ese lugar de rodaje no tiene algo especial en su crew o en sus servicios, la producción se va a ir a donde consiga el mejor tax rebate y no porque los colombianos tengamos una gran personalidad.

Como siempre sucede, queremos que todo sea fácil. Queremos la plata tipo turismo que es la más fácil. Hasta New York hace publicidad en Colombia para convencernos de que vayamos y gastemos nuestras vacaciones allá. Pero no hacemos lo difícil que es fortalecer realmente nuestra industria.

Por décadas no dejamos que hubiera un tercer canal. Antes de que llegara Netflix y Amazon a Colombia, no les exigimos a Caracol ni a RCN tener en su parrilla de programación películas colombianas como hacen en Francia. No solamente sus propias novelas en prime time.

Con la llegada de Netflix, no nos pusimos duros en negociarles que tenían que tener una cuota de programación de contenido colombiano como lo hicieron los franceses. Por eso los derechos de House of Cards en Francia los tiene Canal+ porque el gobierno francés no dejaba entrar a Netflix a su territorio hasta que aceptaran esa cuota de contenido.

Pero ahora salimos con las “ideas” de exigirle a Netflix que le dé dineros al FDC.

Entonces si... sentimientos encontrados

Ni a mi personalmente ni a mi empresa, 2/4 Producciones, le afecta realmente los cambios que se están tratando de hacer con la reforma tributaria. No significa que los apruebe. Ni en lo más mínimo.

Mis películas jamás se van a ganar un estímulo del FDC porque son muy “comerciales”. Lo máximo que nos hemos ganado es un estímulo de desarrollo para largometraje de animación. Pero no significa que no quiero que otras películas ganen y se produzcan. Me gustaría que el FDC fuera diferente pero no quiero que deje de existir.

Mis películas todas han sido financiadas a través de los beneficios tributarios de la ley de cine original que son incentivos para las empresas colombianas que apoyan el cine colombiano. De colombianos hecho gracias a colombianos.

Tampoco mi empresa ha realizado servicios de producción para esas empresas extranjeras que vienen a filmar acá. Nunca lo hemos buscado y no nos ha parecido que es tan buen negocio tener un corporate overlord. Preferiría hacer negocios con Netflix que me diera los mismos presupuestos que ya manejo y que ellos se quedaran con la película. De esa manera estaríamos haciendo películas colombianas. No películas americanas con un crew colombiano pero sin elementos que las hagan colombianas. Porque Mile 22 es bien colombiana al pasarse por Indonesia.

La verdad quiero que la gente pueda sobrevivir haciendo cine, trabajando y explotando su arte. En parte por eso trabajo con el mismo crew. Siento una responsabilidad de llevarles la mayor cantidad de proyectos para que puedan generar tanto ingresos como proyectos donde sus voces importan creativamente. Y si, estas producciones extranjeras le dan el chance a la gente de poder vivir. Pero a la vez, simplemente nos volvemos another brick in the wall

Le ayudamos a esas producciones a que sean más baratas, no solamente porque nuestra mano de obra es más económica que en otros lados, adicionalmente le damos exorbitantes descuentos a esas producciones mientras que las producciones colombianas, como las mías, tenemos que hacer malabares para poder hacerlas. Y si, nosotros pagamos el IVA normal y corriente por todos los servicios de la película porque yo no estoy exportando ningún servicio así mi película le dé la vuelta al mundo en festivales y en canales de televisión y plataformas extranjeras.

¿Por qué no tengo yo esos mismos beneficios de producción a los que acceden estos grandes productores extranjeros? Si, yo tengo los beneficios tributarios para poder financiar la película y hacer atractivo el proyecto para inversionistas y donantes colombianos, pero yo como productor, ¿por qué no puedo acceder a un fondo pequeño que me devuelva un porcentaje de los servicios audiovisuales y logísticos que contrato?

Si pudiera acceder a ellos, mis películas costarían menos y podría usar esos recursos devueltos para:

  • Pagarles a los inversionistas su inversión antes de que la película sea comercializada lo cual hace que esos mismos inversionistas puedan continuar haciendo inversiones en cine más rápidamente lo cual genera mayor estabilidad y un mayor número de proyectos porque gran parte de la recuperación de su inversión está garantizada.

  • Que la productora utilice ese cash-rebate para co-financiar sus próximos proyectos disminuyendo así la cantidad necesaria de inversiones y donaciones externas, y que cada productora pueda generar proyectos propios financiados por ellos mismos.

  • Contratar un mayor personal en cada proyecto por lo tanto generando un mayor número de empleos.

  • Poder hacer más películas al año generando así más empleos constantemente.

No todas las opciones es buscar al productor extranjero si nosotros en verdad quisiéramos fortalecer nuestra industria. El FDC no ayuda al productor colombiano, lo que hace es crear una lotería para que se hagan películas, no para que se hagan empresas colombianas de producción. Yo, Marco Velez, preferiría que esos 33 mil millones de pesos fueran usados para cash-rebate para producciones colombianas.

A diferencia de mi escrito anterior, no tengo una reflexión con que inspirarlos porque a veces siento que yo voy con otra perspectiva ante las cosas.

Por un lado quiero que los trabajadores de mi industria tengan un empleo constante y puedan vivir dignamente, pero a la vez, si no hay un golpe fuerte a nuestra zona de confort, no podemos evolucionar en nuestra industria y dejar de ser tan dependientes de las producciones extranjeras. De dejar de bajarnos los pantalones por los extranjeros y comenzar a ver opciones de cómo fortalecernos localmente.

Porque si no, Colombia no será otra cosa que un Sanandresito para que estas mega-empresas hagan los contenidos que a ellos les da la gana de hacer.

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About Marco Vélez Esquivia

Hey! Soy Marco Velez Esquivia, soy el fundador y CEO de LYNCH anima, creadores de las películas colombianas Tiempo Presente, Ultraviolencia, Sicosexual, Ruido y Afuera del Tiempo

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