Desde hace varios años uso una aplicación para estar siempre registrando en lo que estoy trabajando. Muy parecido a lo que los abogados o freelancers hacen cuando cobran por hora. De esta manera puedo al final del año comparar mi productividad con otros años y ver cuáles fueron los proyectos en los que más trabajé durante el año. Esta es la primera vez que comparto este análisis.

En el 2022 no filmé una película a diferencia de otros años. Filmé un teaser / cortometraje llamado A Cuatro Pasos, y un videoclip para Películas Italianas llamado Jugar a Conocerte, pero estuve bastante ocupado con la salida en festivales y comercialmente de Sicosexual, terminando la postproducción de Ultraviolencia y de Tiempo Presente, y desarrollando nuevos proyectos como lo son El Secreto del Mal, Sábado Oscuro y mi primera serie de TV, Los Ellos.

En el 2022 trabajé 1.439 horas. Una disminución del 2.15% con respecto al año pasado (1.471 horas). O sea que prácticamente trabajé lo mismo: 28 horas a la semana o 5.5 horas al día. (Esto son horas efectivas. Horas que realmente estaba trabajando, no gastando el tiempo haciendo nada.)

Esto fue realmente importante para mi, el seguir disminuyendo las horas y trabajar más efectivamente ya que en el 2020 trabajé 1.823 horas (35 horas semanales) y en el 2019 trabajé 1.771 (34 horas semanales).

La razón de porque conscientemente quise disminuir las horas trabajadas era para poder tener tiempo para hacer otras cosas y no estar matándome trabajando y llegando a puntos de poca productividad, y en vez, sacar tiempo para pensar en lo que quiero hacer o pensar sobre cómo resolver los problemas que aparecen en la producción de un proyecto.

Una cosa que nunca es pareja con otros años es cuando trabajo más en el año. En el 2022 los meses que más trabajé fueron Julio (200 horas), Octubre (160 horas) y Mayo (151 horas). Los meses que menos trabajé claramente fueron los meses que me tomé unos días de vacaciones por lo tanto Abril (48 horas) y Septiembre (75 horas). El promedio mensual fue de 120 horas.

Los proyectos o actividades en las que más trabajé en el 2022 fueron:

Ultraviolencia - 236 horas (16.41%)
El Secreto del Mal - 168 horas (11.68%)
Sicosexual - 154 horas (10.72%)
Tiempo Presente - 143 horas (9.92%)
A Cuatro Pasos - 124 horas (8.59%)
Emails - 76 horas (5.32%)
Sábado Oscuro - 74 horas (5.16%)
Los Ellos - 72 horas (4.98%)

En el 2021 solo en Ultraviolencia trabajé 566 horas (38.66%), o prácticamente lo que trabajé en Ultraviolencia este año más El Secreto del Mal y Sicosexual. Por lo que este año estuve mucho más regado entre los proyectos.

Es increíble como siempre escribir emails aparece en las actividades que más hago.

Qué puedes aprender de esto?

Para mi hacer cine es un trabajo de tiempo completo y creo que al ver que mi productividad se riega en varios proyectos a la vez, creo que puedes aprender estas reglas que me he puesto a mi mismo:

Ten siempre más de 2 proyectos sobre la marcha.
Nunca pases un año sin hacer una película o un cortometraje o un videoclip.
Trabaja en tu oficio de cineasta todos los días.
Nunca consumas más de lo que creas.
Experimenta más con cada película.
Termina todo lo que empiezas.

Más de 2 proyectos sobre la marcha

Soy un gran defensor de tener múltiples proyectos en marcha en todo momento, idealmente en varias etapas. Por ejemplo, ahora mismo tengo un largometraje en festivales, otro en postproducción, otro en preproducción, otro en desarrollo y un quinto en escritura. Y eso que solo estoy hablando de largometrajes…

Esto facilita hacer muchas cosas (al menos en términos de producción creativa), al aprovechar mi tiempo de manera más efectiva. Cada proyecto inevitablemente tiene contratiempos o se detiene de vez en cuando. Pero con múltiples hierros en el fuego, eso solo se convierte en una oportunidad para impulsar otro proyecto más adelante.

Hacer una película (o algo) al año

Si estuviera enfocado en hacer cortometrajes en este momento, me pondría la meta de hacer al menos 3 o 4 en un año. Dado que actualmente estoy trabajando en proyectos de largometraje, una película por año es una meta ambiciosa pero razonable por el momento.

No tiene nada de malo tomarse más tiempo libre entre películas. Cada cineasta tiene diferentes necesidades y prioridades. Comprometerme con una película al año me ayuda a mantener el impulso, que es siempre mi objetivo.

Trabajar en mi oficio todos los días

Lo mejor que he hecho para mí mismo como cineasta en los últimos años es comprometerme con al menos 5 minutos de trabajo creativo diario. Algunos días llego a 5 horas o más. Pero incluso en los días libres, incluso si no estoy preparado para ello, siempre que pueda encontrar 5 minutos para mantenerme en el camino, sigo progresando.

Pero lo que es más importante, me mantengo en el flujo general del proyecto. Lo que hace que sea mucho más fácil regresar a una sesión creativa más profunda cuando sea el momento adecuado.

Crear más. Consumir menos.

Veo muchas películas y series de televisión ya que aparte de hacer cine, amo verlo. Pero desde hace mucho tiempo tengo la regla de nunca consumir más de lo que creo.

El año pasado vi 315 películas, o vi 563 horas de entretenimiento. Porque mi razonamiento es que si puedo encontrar una hora y media al día para ver una película, no debería tener alguna excusa para no trabajar en mis proyectos porque el consumo de arte y entretenimiento tiene sus ventajas. Solo que para un cineasta debe estar de segundo lugar.

Experimentar más

Cada película que he hecho y haré será un experimento.

¿Qué pasa si hago una película en 9 días?

¿Puedo auto-distribuir completamente la película?

¿Qué pasa si hago una película semi-improvisada?

No solo quiero contar una historia y hacer una película, sino que quiero probar algo completamente nuevo. Y al hacerlo, encontrar los mejores métodos y herramientas para llevar conmigo a futuros proyectos. Si no estoy experimentando, siento que estoy perdiendo una gran oportunidad.

Terminar todo lo que empiezo

Ser un artista de cualquier tipo es un proceso iterativo. Pruebas cosas, creas proyectos, los pones en el mundo, aprendes de la respuesta y comienzas de nuevo.

Pero no puedes crecer como artista sin publicar al menos algo de tu trabajo. En última instancia, todo el trabajo será imperfecto, pero si no estás dispuesto a enfrentar el rechazo de la audiencia, nunca podrás mejorar en tu oficio.

Una película terminada y estrenada que no es tan buena es mucho más útil para una cineasta que una película mejor hecha que nunca se proyectó. Ver las cosas como realmente son es una de las cualidades más importantes que debe tener una cineasta. Sin ella, muy poco puede pasar.

Estar dispuesto a fallar

Sin una voluntad honesta de fallar, realmente no podría comprometerme con ninguna de las otras reglas de esta lista.

Ciertamente, nunca querría experimentar con un proyecto cinematográfico, y mucho menos lanzarlo y correr el riesgo de ser rechazado. Tampoco me gustaría hacer malabarismos con múltiples proyectos o ser capaz de comprometerme con el trabajo diario, especialmente durante tiempos difíciles.

Arriesgarse al fracaso no es negociable para los cineastas. Pero cuando se ve como una oportunidad más que como un obstáculo, pueden suceder grandes cosas.

Marco Velez Esquivia
🖥 lynchanima.com

Mi productividad haciendo cine en el 2022