Creo, como todos nosotros, uso mi celular bastante. Como se puede ver en la imagen, uso mi iPhone unas 39 horas a la semana con un promedio de 5 horas y media.

Como todos, algo es email, algo es chat, mucho son redes sociales.

Una de mis resoluciones de este año, como muchos de ustedes, fue bajarle a mi consumo de redes sociales: Twitter, Instagram y Facebook.

Entre esas 3 creía que gastaba mucho tiempo el año pasado y después de leer un testimonio de un empleado de Facebook en una audiencia con el congreso de los Estados Unidos, tuve que replantear todo lo que sabemos de las redes sociales.

Eso es lo que somos para estas empresas: ojos a los cuales venderles publicidad. Un minuto más que pasamos en Facebook o en Instagram, es un minuto más que pueden monetizar con nuestra atención, un ad más que pueden vendernos.

O como dijeron en estos días, ahora nosotros mismos podemos ser influencers al poner stickers en nuestros stories en los que estamos o queremos promocionar comercios, y nos dan una tajada por esto. O sea, publicidad 24-7 en la plataforma.

Y no solamente lo dice Facebook, lo dice también el CEO de Spotify, Daniel Elk, o Reed Hastings, CEO de Netflix, el cual dijo en una llamada con inversionistas que uno de los principales competidores de Netflix es el sueño. Nuestro sueño es un competidor.

Por lo tanto, es cada vez más común que los ejecutivos de estos servicios de Internet vean a su competencia nuestras actividades humanas. No solamente a otros servicios que los ven como competidores, sino toda actividad. Cualquier tiempo pasado fuera de su servicio equivale a minutos que ellos pueden conquistar.

Eso me recuerda a esa imagen donde todos somos baterías en The Matrix.

Y de allí tomé tres decisiones:

Eliminar Facebook no fue tan grave ya que lo puedo acceder desde el computador para entrar, postear lo que tengo que postear y salirme.

Conozco la ironía de ayudar a Facebook al postear algo mío allí y ayudarlos a mantenerlos allí, pero tengo que usar sus herramientas para combatirlos porque existe el chance que le diste click a este escrito y así por unos minutos estás fuera de Facebook.

Yo amo Twitter. Muchas de las noticias y artículos interesantes que leo diariamente (o para después) los consigo allí, entonces limitar Twitter a 1 hora al día es bastante restringido, especialmente porque dentro de ese tiempo se encuentra redactar y postear mis propios Tweets.

Y sin duda, el que me sorprendió al ser el más fácil fue Instagram. Desde que puse el límite, jamás paso de los 30-40 minutos diarios. E igualmente, este tiempo también cuenta el postear fotos de mi perro y poner mis tweets como stories.

Las apps más usadas la semana pasada:

Twitter está en un promedio de 45 minutos diarios mientras que Instagram está en unos 37 minutos.

Yay Marco!

Entonces si, estoy cumpliendo con mi resolución de bajarle a mi consumo de redes sociales. Pero esto ha sido posible gracias a mi email y al uso de RSS (escribiré sobre RSS pronto).

La gran ventaja del email y que la gran mayoría de páginas web tienen newsletters es que uno se puede suscribir a esos newsletters y te llegan al email.

Para mi eso es fantástico. Y aunque no es un sustituto completo de las redes sociales, parece estar en tensión directa con la forma en que las redes sociales funcionan.

Para nadie debería ser un secreto que las redes sociales como Facebook y Twitter hacen grandes cantidades de dinero vendiendo espacios publicitarios y luego colocando esos anuncios dentro de nuestros feeds. Por eso ves publicidad cada 3 fotos o cada 2 stories.

La gente parece estar de acuerdo con eso porque al usar estas redes, con el tiempo, acumulamos grandes redes de amigos y seguidores. Esas redes, o "graphs", son bastante valiosas, pero también están en gran parte estancadas donde ellas se encuentran. Las empresas detrás de esas redes no quieren facilitarle la tarea de tomar tu graph y marcharte a otra plataforma con tus amigos y seguidores a donde vos querás (obviamente).

Este tipo de "captura" sobre tu red es importante. Siempre que las empresas mantengan control sobre tu graph sin que sea demasiado fácil salirte, significa que te tienen encerrado en su ecosistema.

Y el sistema funciona de maravilla. FB, IG y Twitter nos dan horas de entretenimiento y la posibilidad de comunicarnos con nuestros amigos. A cambio, les permitimos ganar dinero con esas interacciones.

En otras palabras, permitimos a esas empresas, no a nosotros mismos, la capacidad de explotar como queramos nuestras redes personales.

Allí entran el email y los newsletters. Los newsletters han comenzado a ganar atención de nuevo porque es bien sencillo de usar (todo el mundo sabe usar el email). Y porque primero, yo soy dueño de mi red la cual es mi Email List. Ya sean mis amigos a los que les escribo regularmente, la gente de mi industria o empresa, o los que se inscriben para leerme.

Aunque no soy dueño del medio, o sea el email, todos tenemos proveedores diferentes. Vos tenés Gmail o Outlook y yo tengo Hey, pero ninguno de esos proveedores es dueño sobre email (aunque algunos lean tu email para venderte... si, publicidad).

Como podemos ver, mi lista de correo me pertenece, no está atascada dentro de Facebook y se puede exportar para ir conmigo a donde yo quiera.

Yo veo esto como un empoderamiento a nosotros mismos. No estamos siendo manejados por un algoritmo que decide que tipo de contenido quiero ver. No has visto que Instagram cada vez más y más quiere mostrarte contenido que no es de la gente que sigues?

Dejamos de ser perezosos sobre qué contenido ver y tomamos decisiones al respecto sobre cómo y el cuando de esos contenidos.

Aún mejor es la simplicidad del email list como algo clave: ¡Todos tienen una puta dirección de correo electrónico! Pero no todo el mundo tiene una cuenta de Facebook, y aún menos tienen una cuenta de Twitter.

La dirección de correo electrónico es el mínimo común denominador del Internet. Y por lo tanto, el componente perfecto para crear nuestras mini-redes personales.

Y es por esto que creo que las redes sociales y muchas de las empresas de servicios tecnológicos están paranoicas al respecto. Ya todos nosotros tenemos estas mini-redes personales en nuestras lista de contactos de nuestros emails. Solo que no lo hemos usado.

¡Imagínate lo poderoso que podría ser uno si realmente hiciera que nuestras direcciones de correo electrónico funcionaran para nosotros! ¿Te puedes imaginar lo preocupadas que podrían estar las redes sociales si dejáramos de pasar tanto tiempo en ellos y pasáramos más tiempos en nuestros emails?

Pero esto no es algo del futuro. Estamos pasando más y más tiempo en apps de chat: WhatsApp, Signal, iMessage. ¿Por qué crees que Facebook está prestándole tanta atención a Facebook Messenger? ¿O por qué está intentando que negocios usen más WhatsApp para comunicarse con sus clientes?

De pronto es el momento en el que podríamos pasar mucho menos tiempo dedicándonos a publicar en Instagram y en Twitter, y más en nuestras propias redes. Ya sea a través de grupos de chat o mi preferido: nuestro email.

Quizás un día, como me pasó a mi antes de crear este blog, y empecemos a pensar "¿por qué estoy tuiteando todos estos pensamientos en público cuando podría estar mandándolos a mis amigos solamente?"  

De pronto hemos estado regalándoles nuestros pensamientos, nuestras fotos, nuestro arte, nuestros chistes, nuestras recomendaciones musicales para que ellos hagan billones de dólares gracias a nosotros? Porque frescos, sigan haciendo eso porque así es gratis de usar para nosotros.