Marco Vélez Esquivia

December 25, 2022

¿Por qué el cine colombiano no conecta con su público?

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Estando de unos días de vacaciones me encontré con este tweet y me metí a leer la discusión alrededor de este tema: ¿por qué la gente colombiana no quiere ver el cine colombiano?

Me pareció interesante explorar este tema, desde una persona que hace cine nacional, y porque creo que por desconocimiento de muchos factores, la excusa final de porque esto sucede se queda bien corta. 

La discusión solo se trata sobre ver el cine en salas de cine


Usualmente esta discusión sólo se concentra en ver cine colombiano en salas de cine. Hay un efecto mundial donde las entradas de cine están en declive y que nunca recuperó sus niveles pre-pandémicos. Esto afecta tanto al cine de Hollywood como a todo el cine independiente.

Y es algo que no sabemos, tanto productores, distribuidores y exhibidores de cómo impedir que siga sucediendo porque simplemente los hábitos de consumo han cambiado: queremos ver películas en nuestra casa y solo ir a cine cuando sea un evento.

La discusión debería mejorar y deberíamos preguntarnos (y averiguar) si el público colombiano está viendo cine nacional en otros espacios como lo son las plataformas de streaming y canales de televisión.

Desde mi experiencia con mis películas, la cantidad de gente que ha visto mis películas en televisión nacional es increíble. Siempre me escriben y me dicen que la vieron en el Canal UNO, Teleantioquia, y demás canales donde Afuera del Tiempo y Ruido han sido pasadas nacionalmente.

No solamente sucede con las películas colombianas


Hay algo que normalmente no entra en esta discusión y es que el cine independiente, no solamente el cine nacional, está siendo bastante afectado en salas de cine. Estos artículos donde exponen este problema normalmente se les olvida decir que el cine independiente mundial no es tampoco visto por el público colombiano.

El público colombiano no está educado


Si hay una excusa que detesto es que siempre le echamos la culpa al público colombiano porque no está educado, no sabe de arte. Esto es una bola de mierda de explicación porque viene de un elitismo que le dice que ellos no ven buen cine. Pero, a diferencia de mis colegas, yo creo que gracias al streaming han podido abrir sus fronteras y ver un cine diferente. O al menos tienen esa posibilidad.

El verdadero problema para mi radica que la mayoría del cine se ve por televisión. Los canales nacionales muestran muy poco del cine colombiano, concentrándose en el poco cine que esos canales han hecho. Por lo que han educado a ese público colombiano a punta de películas de acción de Hollywood.

Si te han educado a punta de películas de acción, ¿qué tipo de películas vas a ir a ver en salas de cine?

Somos unos narcisos los directores de cine


Toda película tiene 2 audiencias. La primera es el público comercial que paga la boleta pero el otro, que es igual de importante para el cine independiente, es la posibilidad de financiación: fondos públicos tanto nacionales como internacionales.

Aquí es donde sucede la desconexión. El mercado americano se rige principalmente por el hacer plata con las películas que se hacen. Por lo tanto, es vital para la película conectar con un público para poder recuperar la inversión económica que se realizó para poder hacer la película.

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El cine colombiano no necesita el público que paga la boleta porque su modelo de negocio no lo contempla realmente. 

Los directores y productores colombianos tienen que “vender” sus proyectos a los fondos nacionales e internacionales y son dineros que la película no tiene que ir a recuperar económicamente para devolvérsela al fondo. O sea, son unos dineros “blandos” para el proyecto. De igual manera, esos fondos están buscando películas que sean bien autorales porque están financiando proyectos que no son comercialmente viables.

De allí nace la expresión que el cine colombiano son películas de comedia en un extremo o películas del conflicto y una serie de películas autorales al otro.

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En uno de los comentarios en el tweet fue que los directores y productores tenemos que dejar de ser narcisistas y hacer películas para la audiencia. ¡Pero lo están haciendo! Su público real no son el público comercial general colombiano. Su público son esos fondos. Por lo que los directores y productores colombianos sólo se concentran en su verdadero público: ganarse el estímulo de producción del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico.

Y créanme… ese fondo no lo gana películas que son para el público general. El “cine comercial” no gana muchas veces esos fondos y sucede lo contrario, esa expresión se usa negativamente para evaluar un proyecto.

Entonces la exhibición de ese cine realizado por fondos es ir a buscar “reconocimiento” en festivales y premios. Esa es la recuperación que busca el Fondo para esa película. Por lo que podremos ser narcisistas como personas, pero como directores & productores se está haciendo cine para el público que pone el cash: los estímulos del FDC.

Las películas colombianas no tienen marketing


El cine colombiano si ya de por sí es bien difícil de hacer, la tiene de pa’ arriba con respecto a su distribución en salas de cine. 

Lo que sucede en la mayoría de los países con una industria cinematográfica establecida es que los distribuidores compran los derechos de esas películas. Entonces si la película costó 100 pesos y la distribuidora quiere todos los derechos de esa película para todos los territorios, pues la compra por 120 pesos. Eso significa que el productor ya recupera sus 100 pesos y genera 20 pesos de ganancia. Ahora el distribuidor tiene esa necesidad de recuperar los 120 pesos. Para eso tiene que gastarse otros 30 pesos haciendo publicidad de la película para estrenarla nacionalmente y otros 30 pesos para comercializarla internacionalmente. El distribuidor tiene que hacer publicidad para recuperar su dinero.

Esto no sucede en Colombia. Para nada. El productor colombiano tiene que ir a buscar a un distribuidor nacional para poder estrenar su película en salas de cine nacionales. Ese distribuidor, al que hay que rogarle para que nos haga el favor de distribuir la película, va a tomar una comisión del 25% de los ingresos por boletería. Y adicionalmente necesita los estímulos de distribución que entrega el FDC a todas las películas colombianas que se estrenan en salas de cine para poder hacer ellos el trailer y la publicidad de la película porque ellos son los que saben.

De allí, los distribuidores van a las salas de cine y los exhibidores toman al menos el 50% (vi casos del 62%) de los ingresos por boletería. O sea que el productor colombiano, a lo máximo, tiene el 25% de los ingresos por boletería. Y adicionalmente el productor es el responsable de realizar la promoción de su película.

A menos que ese distribuidor y esa publicidad pueda ser masiva, es muy difícil tener una recuperación real de una película colombiana en salas de cine. Tiene que movilizar a una gran cantidad de gente.

Y allí volvemos al principio del ciclo que es que no hay tantas oportunidades para que las películas colombianas sean comercializadas masivamente en salas de cine.

Con esto dicho, el problema no radica que el público colombiano no está educado, que los directores somos unos narcisistas, que el cine colombiano no es muy bueno, o que no hay variedad o que el marketing sea inexistente. El problema radica en todo el sistema.

Marco Velez Esquivia
🖥 lynchanima.com

About Marco Vélez Esquivia

Hey! Soy Marco Velez Esquivia, soy el fundador y CEO de LYNCH anima, creadores de las películas colombianas Tiempo Presente, Ultraviolencia, Sicosexual, Ruido y Afuera del Tiempo

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