Lo que amo de este blog es lo absurdamente rápido que carga. Lo he probado en Safari, Firefox y Chrome en mi computador. He hecho lo mismo en mi celular.

Es increíble ver una página moderna que puede tener 5 assets y pesa sólo 75kb. No pesa ni una mega. No tiene cookies, no tiene tracking. La web hoy podría ser absurdamente rápida si no la llenáramos de Javascript ni nada de ese HTML de hoy.

Es como volver a 1999. Es volver a Web 1.0.

Lo mejor de este experimento de escribir en este blog es que al no haber tracking no puedo saber cuántas personas lo leyeron.

No hay likes. No hay comentarios. Simplemente existe. La única forma de dar tu opinión sobre este escrito es que te tienes que literalmente suscribir para recibirlos en tu email (el cual tiene opt-in, o sea te toca aceptar que te suscribiste en tu email) y escribirme un email para empezar una conversación.

Todo esto se siente como re-programando mi cerebro de todo lo que Social Media nos ha metido en la cabeza en los últimos 10 años. ¿Cuántas veces no hemos escuchado que alguien subió una foto y la elimina en menos de una hora porque no consiguió los likes que esperaba?

No fue fácil los primeros días. Estamos tan condicionados a medir todo, a ver cómo puedo analizar si la gente le está interesando lo que escribo. Lo hemos normalizado completamente. Hemos pegado nuestro ego, nuestro valor como persona, a unos metrics de engagement de mierda.

Pero no ha sido nuestra culpa.

Facebook e Instagram demuestran poder cuando usan investigaciones sobre cómo funciona la dopamina en nuestros cerebros para hacernos adictos a una app. Es por eso que es tan difícil para todos nosotros dejar de usar redes sociales.

Estamos constantemente buscando nuestro próximo fix. Estamos buscando estar high gracias a todos esos likes, a esos emojis contestando nuestros stories, esos comentarios diciendo lo increíble que somos.

Y ha sido bien interesante usar este blog, un blog donde no puedo saber nada de eso. El eliminar completamente el concepto de no volver todo un metric, un analytic que analice el engagement de lo que compartimos con el mundo, y  dejar de valorar lo que escribo al unirlo con saber si mucha gente lo leyó, lo compartió, le gustó. O si lo odió o le fue indiferente, y comenzar a escribir lo que me parece que les interesa y comenzar a generar una especie de clickbait para llamar su atención.

Más bien, escribir en este blog puedo disfrutar el proceso de simplemente escribir de lo que quiero escribir y compartir mis pensamientos.

Esto es lo interesante de lo que vengo hablando de la Web 1.0. No se trata sobre una estética o simplemente sobre velocidad, se trata de una independencia que teníamos antes de Google & Facebook. Antes vivíamos en nuestras propias casas, y ahora vivimos en sus plataformas.

Entonces si quieres pelear menos con los algoritmos de Big Tech pero quieres seguir leyéndome, abajo vas a encontrar un espacio donde puedes suscribirte para recibir estos escritos directamente a tu email. De mis dedos a tus ojos. Directo. Sin intermediarios.

O puedes no darme tu email y así nunca sabré qué me lees, y usar RSS lo cual es 🔥🔥🔥.