La conclusión es la siguiente: Si eres un artista, harás arte.
El alcance y el presupuesto son completamente irrelevantes para vos, al igual que las ganancias: no importa si tú película genera un millón de dólares o ninguno. Lo que estás buscando no es el resultado, o alguna validación externa. En cambio, es la alegría y la realización creativa que proviene de expresar tu propia creatividad. Suena a cliché, pero es cierto porque si estás creando arte por cualquier motivo que no sea crear arte, por lo general lo estás haciendo mal.
Algunos cineastas parecen entender esto instintivamente. No se sientan y esperan para hacer películas, simplemente comienzan. A veces la sacan del parque en el primer intento, pero la mayoría de las veces se necesitan varios intentos antes de hacerlo bien.
A pesar de los contratiempos temporales, siguen creando porque la experiencia de hacer la película es la parte más importante para ellos. Si se tratara de dinero o ego, habrían parado hace mucho tiempo.
Lo mejor del cine actual es que no tienes que elegir entre dos caminos. Puedes explorar ambos simultáneamente. De hecho, deberías. Desarrollar una película de gran presupuesto que necesita una financiación importante lleva mucho tiempo. Años. Pero no es un trabajo de tiempo completo. Es un email aquí y allá. Una reunión. Algunas revisiones al tratamiento o al deck o al presupuesto.
Puedes hacer todo esto fácilmente mientras produces activamente una película de micro presupuesto. Una que se pueda comenzar a hacerse hoy, con los recursos que ya tienes a tu disposición. Si bien a algunos les resultaría trivial filmar una película en su iPhone cuando tienen un proyecto más grande "en proceso", en realidad la película más grande depende completamente de la más pequeña.
Es la película verdaderamente independiente, de micropresupuesto, que te dará los dotes de director y la filmografía para tener la oportunidad de hacer que tu película de gran presupuesto sea épica algún día. La ironía, sin embargo, es que después de hacer una película pequeña es posible que nunca quieras hacerla de manera diferente.