Este escrito está puesto en Hey World, una nueva plataforma de blog diseñada exclusivamente para los usuarios del servicio de email Hey.com. Viene con un espacio en la web para albergar todas las publicaciones y la posibilidad de enviarte estos escritos al email.

Sin embargo, no tiene todas las funciones que esperaríamos de servicios parecidos como Substack o Mailchimp o hasta el mismo servicio que provee mi hosting de marcovelez.co:

Es por esta falta de cosas que exactamente he decidido usar este servicio precisamente para mi blog personal, en vez de usar Substack el cual uso para mi libro.

La razón de esto es porque el mercadeo a través de email se ha vuelto algo tóxico. Antes de que llegara Hey.com a mi vida, odiaba dar mi email cuando hacía una compra en un almacén porque sabía que me iban a mandar emails y más emails de marketing.

Pero con Hey.com no me tengo que preocupar de eso por la función de The Screener, la cual funciona como cuando recibes una llamada en tu celular y miras el número y decides si contestas o no. Lo mismo sucede al momento de recibir ese primer email de un contacto o de una empresa nueva a la que le he dado mi email, le digo que no quiero ver esos emails. Y no los veo... nunca! En ningún lado.

Pero yo soy de los 0.0001% con un servicio de email así. En vez todos somos sujetos a un bombardeo constante de emails diarios, de trackers que ven si abriste el email y te comienzan a escribir:

Esto es ya demasiado. Nuestras bandejas de entrada son un lugar sagrado. Y siento que lo último que genera confianza y ganas de comprar es ser parte de este “hack” de crecimiento.

Otro beneficio de no tener estas métricas disponibles es que ayuda para a la salud mental. Al menos para mí. Con mi libro, al principio, no puedo decirte cuánto estuve de obsesionado con los open rates de los emails. Con un Open Rate mucho más alto que la media de la industria que es del 22%, aún así no me sentía satisfecho.

Porque uno nunca está satisfecho. Si te dan 10 likes, después de un tiempo, 10 likes no es suficiente. Ahora quieres 100 likes. Y luego de eso quieres 1.000 likes. Y quieres más y más... O cuánto me emocionaba cuando me llegaba la notificación de que alguien se suscribió al libro o cuánto me decepcionaba ver la notificación de cuando la cancelaba. Con el libro literalmente me toca apagar las notificaciones que están encendidas por default y me toca tomar la decisión de no revisar las métricas.

Con HEY World, literalmente no tienes forma de ver nada de esto. No hay trackers ni métricas de ningún tipo. No hay notificaciones de personas suscritas y ni siquiera puedo ver mi propia lista con mucha facilidad. Sí, tener todas las funciones probablemente ayudaría con el crecimiento de este blog personal. Pero a veces, es mejor dejar algunas cosas en su forma más simple.

No hay necesidad de saber constantemente si te están dando like. Simplemente postear algo y enviarlo al resto del mundo. Como un email dirigido al resto del mundo.