El festival más importante de Colombia, el que debería ser la ventana del cine colombiano tanto para los colombianos como para el mundo, solo selecciona 3 películas (de ficción) colombianas en sus 4 mini-secciones.
Siempre hablamos que la distribución y que las salas no quieren poner películas colombianas y lo difícil que es conectar la audiencia con nuestro cine, pero el espacio que hemos diseñado para exaltar el cine colombiano lo usamos para exaltar el cine de allá y de acullá.
Por qué ese festival no puede ser como Sundance, como SXSW, como Tribeca que le dan prioridad a su cine, a mostrar sus voces mientras tienen otras secciones para lo internacional, pero lo más importante es la selección de su cine americano para mostrarle al mundo lo que tienen.
Y no es por falta de películas. Desde años hay 40-50 películas colombianas al año estrenándose. Imagínense si los cineastas colombianos tuvieran el respaldo de saber que pueden apuntarle a ese festival como un espacio importante para mostrar su película.
Pero como todo aquí, lo de afuera siempre es más importante que cultivar lo de nosotros. Si le diéramos importancia al cine colombiano, la prensa le prestaría atención, los distribuidores le prestarían atención, las salas le prestarían atención… ergo, la audiencia estaría allí.
No vaya y sea que alguien les compita a lo Slamdance para Sundance, la Quinzaine para Cannes… Un festival realmente independiente de cineastas colombianos para colombianos mientras el otro festival le interesa más codearse con sus extranjeros.
Siempre hablamos que la distribución y que las salas no quieren poner películas colombianas y lo difícil que es conectar la audiencia con nuestro cine, pero el espacio que hemos diseñado para exaltar el cine colombiano lo usamos para exaltar el cine de allá y de acullá.
Por qué ese festival no puede ser como Sundance, como SXSW, como Tribeca que le dan prioridad a su cine, a mostrar sus voces mientras tienen otras secciones para lo internacional, pero lo más importante es la selección de su cine americano para mostrarle al mundo lo que tienen.
Y no es por falta de películas. Desde años hay 40-50 películas colombianas al año estrenándose. Imagínense si los cineastas colombianos tuvieran el respaldo de saber que pueden apuntarle a ese festival como un espacio importante para mostrar su película.
Pero como todo aquí, lo de afuera siempre es más importante que cultivar lo de nosotros. Si le diéramos importancia al cine colombiano, la prensa le prestaría atención, los distribuidores le prestarían atención, las salas le prestarían atención… ergo, la audiencia estaría allí.
No vaya y sea que alguien les compita a lo Slamdance para Sundance, la Quinzaine para Cannes… Un festival realmente independiente de cineastas colombianos para colombianos mientras el otro festival le interesa más codearse con sus extranjeros.