Miguel Ferrer Isaza

May 20, 2021

Eliminé Instagram y viví para contarlo

Lo había leído mil veces.

Me lo habían dicho amigos y jefes. 

Borrá la aplicación de Instagram del celular y entrá del computador si te hace falta.

Hace poco más de un año borré mi cuenta de Facebook, desde entonces me la pasaba únicamente en Instagram, Twitter y a ratos LinkedIn. Obviamente pasaba mucho más tiempo en Instagram que en el resto.

Muy a menudo, más de lo me gustaría aceptarlo. Cuando estaba en Instagram, me encontraba haciendo scroll en el feed sin saber porqué lo hacia, como si cada que estuviera aburrido tuviera que entrar ahí.

Generalmente ignoraba ese sentimiento y lo racionalizaba a que si no estaba a ahí, probablemente me iba a perder de muchas cosas como esos memes que tanto me gustaban.

A veces pensaba en eliminar la app, pero no lo terminaba haciendo, en el fondo tenía miedo, puro FOMO (fear of missing out -miedo a perderse lo que está pasando-). No fue hasta que vi el cambio frente a mis ojos que me motivé a hacerlo. Mi hermano, lo había eliminado y no miró atrás. Desde entonces, lo veía más productivo, proactivo y feliz.

Cuando le preguntaba ¿a qué se debía el cambió de actitud? Su respuesta siempre era que ahora que no estaba pegado de Instagram, tenía más tiempo para hacer otras cosas que le gustaban y menos tiempo para estar pendiente de la vida perfecta de otros.

Así que hace 3 meses en medio de un arrebato, eliminé la aplicación de Instagram. Los primeros días desbloqueaba el celular para intentar entrar, la abstinencia estaba a flor de piel. Pero, luego de la primera semana, ya no tenía esa sensación y poco a poco empecé a notar que tenía bloques de tiempo de mucho foco y productividad algo que no me pasaba antes. Estaba en la zona por más tiempo, cosa que me parecía increíble.

Tarde que temprano me entró la curiosidad de volver a entrar, y así lo hice. Entré desde mi computador. Sin embargo, la sorpresa que me llevé, es que no me estaba perdiendo de absolutamente nada. Estuve 5 minutos y me aburrí.

Desde entonces, entro solo cada que realmente lo necesito (para revisar un producto o sitio al que quiero ir). Eso si, nunca guardo mis datos, y hasta activé el doble factor de autenticación (una contraseña de un solo uso que tengo que ingresar cada que voy a iniciar sesión). Sí, lo sé, me lo estoy poniendo extremadamente difícil para entrar, pero es que lo que está al otro lado realmente es un poco más de felicidad y tranquilidad.

¿Se animan a probar?

PD: luego de 3 meses de estar sin Instagram en mi celular, noté que me estaba pasando algo parecido con LinkedIn, así que ayer decidí borrarla también. ¿Será qué también debería dejar Twitter? Veremos...

Update 20/05/2021: Me decidí a eliminar twitter también, no más redes sociales en mi celular, veremos que pasa.