Lo acepto, soy un emprendedor en pausa. Después de 4 años intentando sacar adelante muchos proyectos toqué fondo, tuve un fuerte burnout (el peor de mi vida) y decidí emplearme por un tiempo hasta estar listo nuevamente para dar el salto.
Esos 4 años como emprendedor, intentando crear startups, fueron los mas duros y enriquecedores de mi vida (hasta ahora). La razón, hicimos todo con recursos propios (bootstrapping), evadiendo a toda costa el levantamiento de capital, los recursos eran pocos y cada gasto iba desangrando poco a poco nuestros ahorros, eso si, nada igual para disparar la creatividad y recursividad. Hoy podría parecer que lo haría diferente, pero no hay nada más alejado de la realidad.
Muchas veces me pregunté si estábamos en lo correcto, ¿qué hubiera pasado si recaudábamos algo de inversión? ¿hubiéramos ido más rápido? ¿contratado más gente? ¿probado más cosas? ¿hecho más mercadeo?.
Y sin embargo... No lo hicimos. ¿Por qué? en esa época tal vez fue más el miedo que la convicción, pero en el fondo estaba la idea de crear algo rentable desde el día cero, de no "quemar plata para crecer a toda costa", de crear un negocio que sobreviviera por si solo para maximizar la libertad que tendríamos en nuestras vidas, no solo financieramente hablando, sino también libertad en las decisiones: ¿qué crear? ¿cómo y en qué trabajar?.
Hoy en día en el ecosistema de emprendimiento crear empresas que den prioridad a la rentabilidad, la libertad, el bienestar de los socios y colaboradores, por increíble que parezca se ha vuelto mal visto, como si quien lo pensara estuviera loco o fuera un cobarde. Cada vez es más difícil encontrar historias de startups que han seguido un camino así.
Ayer por ejemplo mientras escuchaba a reconocidos emprendedores del país en #TEDI2021, era evidente que todos están buscando una siguiente ronda de inversión (o aceleración) para poder ser los reyes de LATAM o del mundo; a su vez que normalizaban trabajar las 24 horas del día o tener reuniones los domingos. Todo mientras contaban los problemas que han tenido a causa del exceso de estrés y ansiedad, problemas que escoltaban bajo la idea de que "esto es muy duro".
Sí, esto es muy duro. Pero ¿saben qué es más duro? la presión de tener que crear un negocio multimillonario, o de ser el salvador de Colombia ala Bill Gates, Elon Musk o Steve Jobs mientras tienen que responder por millones de inversión. Por esto es que se volvió común escuchar historias de como algunas de estas empresas inflan cifras y maquillan su crecimiento para poder seguir levantando más y más dinero (porque sin otra ronda "estamos muertos") o los casos de amigos o conocidos, grandes profesionales, que tuvieron que abandonar empleos en importantes startups porque se les acabó la vida de tanta presión y mal clima laboral. Y todo esto en el nombre de "transformar LATAM y cambiar la vida de las personas".
Por favor, no me malinterpreten, es increíble lo que muchos de ellos están logrando, de verdad me les quito el sombrero y les agradezco lo que hacen por mi país. Pero me pregunto, ¿será qué es el único camino? y tal vez más importante ¿será qué es el camino que tenemos que seguir todos los emprendedores?.
Hoy estoy más convencido que nunca que no. Y que aunque hace 4 años lo hicimos así por una combinación de convicción, accidente y miedo. Estoy muy orgulloso de que así haya sido, e incluso de haber fracasado bajo esa idea de que las empresas tienen que ser rentables desde el día cero.
Por favor reaccionemos, no todos los emprendedores tenemos que terminar en el top de los más ricos de Forbes, hoy en día ya es bien sabido y estudiado que después de cierto nivel de riqueza, no hay diferencia entre la felicidad y el bienestar que el dinero trae a nuestras vidas.
Entonces sino se trata de ser multimillonario o los reyes de LATAM ¿qué es lo que tenemos que buscar? para mí la respuesta es simple: maximizar la libertad, y para eso tenemos que crear compañías que prioricen el bienestar y de esa forma nos lleven hasta ese tope donde el dinero deje de ser una prioridad o la principal fuente de felicidad. De ahí en adelante se trata de mantenerse ahí, cada vez con menos esfuerzo y ayudando a más personas en la medida de lo posible. Todo muy orgánicamente y sin tatuarnos el mantra de crecer a todo costo. En resumen una compañía que brinde bienestar para los socios y colaboradores, un negocio rentable y sostenible en el tiempo.
Si, es una aspiración modesta y aterrizada, pero, está más que bien que esta sea la meta. La probabilidad de crear un negocio con éxito moderado es mucho más alta que la de crear un "unicornio"; creando cientos de estas empresas en vez de un par de unicornios, el impacto en nuestra sociedad también será enorme.
Esto es lo que haré cuando me vuelva a tirar al charco y lo único que pretendo es que usted que está leyendo esto esto entienda que hay otros caminos y escoja el que más se acomode a su forma de pensar.
Abrazo,
Esos 4 años como emprendedor, intentando crear startups, fueron los mas duros y enriquecedores de mi vida (hasta ahora). La razón, hicimos todo con recursos propios (bootstrapping), evadiendo a toda costa el levantamiento de capital, los recursos eran pocos y cada gasto iba desangrando poco a poco nuestros ahorros, eso si, nada igual para disparar la creatividad y recursividad. Hoy podría parecer que lo haría diferente, pero no hay nada más alejado de la realidad.
Muchas veces me pregunté si estábamos en lo correcto, ¿qué hubiera pasado si recaudábamos algo de inversión? ¿hubiéramos ido más rápido? ¿contratado más gente? ¿probado más cosas? ¿hecho más mercadeo?.
Y sin embargo... No lo hicimos. ¿Por qué? en esa época tal vez fue más el miedo que la convicción, pero en el fondo estaba la idea de crear algo rentable desde el día cero, de no "quemar plata para crecer a toda costa", de crear un negocio que sobreviviera por si solo para maximizar la libertad que tendríamos en nuestras vidas, no solo financieramente hablando, sino también libertad en las decisiones: ¿qué crear? ¿cómo y en qué trabajar?.
Hoy en día en el ecosistema de emprendimiento crear empresas que den prioridad a la rentabilidad, la libertad, el bienestar de los socios y colaboradores, por increíble que parezca se ha vuelto mal visto, como si quien lo pensara estuviera loco o fuera un cobarde. Cada vez es más difícil encontrar historias de startups que han seguido un camino así.
Ayer por ejemplo mientras escuchaba a reconocidos emprendedores del país en #TEDI2021, era evidente que todos están buscando una siguiente ronda de inversión (o aceleración) para poder ser los reyes de LATAM o del mundo; a su vez que normalizaban trabajar las 24 horas del día o tener reuniones los domingos. Todo mientras contaban los problemas que han tenido a causa del exceso de estrés y ansiedad, problemas que escoltaban bajo la idea de que "esto es muy duro".
Sí, esto es muy duro. Pero ¿saben qué es más duro? la presión de tener que crear un negocio multimillonario, o de ser el salvador de Colombia ala Bill Gates, Elon Musk o Steve Jobs mientras tienen que responder por millones de inversión. Por esto es que se volvió común escuchar historias de como algunas de estas empresas inflan cifras y maquillan su crecimiento para poder seguir levantando más y más dinero (porque sin otra ronda "estamos muertos") o los casos de amigos o conocidos, grandes profesionales, que tuvieron que abandonar empleos en importantes startups porque se les acabó la vida de tanta presión y mal clima laboral. Y todo esto en el nombre de "transformar LATAM y cambiar la vida de las personas".
Por favor, no me malinterpreten, es increíble lo que muchos de ellos están logrando, de verdad me les quito el sombrero y les agradezco lo que hacen por mi país. Pero me pregunto, ¿será qué es el único camino? y tal vez más importante ¿será qué es el camino que tenemos que seguir todos los emprendedores?.
Hoy estoy más convencido que nunca que no. Y que aunque hace 4 años lo hicimos así por una combinación de convicción, accidente y miedo. Estoy muy orgulloso de que así haya sido, e incluso de haber fracasado bajo esa idea de que las empresas tienen que ser rentables desde el día cero.
Por favor reaccionemos, no todos los emprendedores tenemos que terminar en el top de los más ricos de Forbes, hoy en día ya es bien sabido y estudiado que después de cierto nivel de riqueza, no hay diferencia entre la felicidad y el bienestar que el dinero trae a nuestras vidas.
Entonces sino se trata de ser multimillonario o los reyes de LATAM ¿qué es lo que tenemos que buscar? para mí la respuesta es simple: maximizar la libertad, y para eso tenemos que crear compañías que prioricen el bienestar y de esa forma nos lleven hasta ese tope donde el dinero deje de ser una prioridad o la principal fuente de felicidad. De ahí en adelante se trata de mantenerse ahí, cada vez con menos esfuerzo y ayudando a más personas en la medida de lo posible. Todo muy orgánicamente y sin tatuarnos el mantra de crecer a todo costo. En resumen una compañía que brinde bienestar para los socios y colaboradores, un negocio rentable y sostenible en el tiempo.
Si, es una aspiración modesta y aterrizada, pero, está más que bien que esta sea la meta. La probabilidad de crear un negocio con éxito moderado es mucho más alta que la de crear un "unicornio"; creando cientos de estas empresas en vez de un par de unicornios, el impacto en nuestra sociedad también será enorme.
Esto es lo que haré cuando me vuelva a tirar al charco y lo único que pretendo es que usted que está leyendo esto esto entienda que hay otros caminos y escoja el que más se acomode a su forma de pensar.
Abrazo,
-Miguel Ferrer Isaza