Miguel Ferrer Isaza

May 3, 2021

Lo innegociable

Hace poco empecé a practicar el sutil arte de decidir en base a lo innegociable.

Nuestros días están inundados de decisiones y mientras más tiempo pasamos decidiendo más se agota nuestra capacidad cognitiva para hacerlo. Este desgaste se incrementa, cuando le sumamos el montón de opiniones que ahí afuera que se contradicen entre sí.

Las decisiones a las que nos enfrentamos son de todo tipo. Algunas veces son sencillas: ¿cómo vestirnos? ¿qué comer?, otras veces hay decisiones que literalmente nos pueden cambiar la vida: ¿buscar o no un nuevo de trabajo? ¿mudarnos a otra ciudad? y ni hablar de las que tomamos en el trabajo. 

Por sencillo que parezca, tomar la decisión correcta es importante. Tengo un gran amigo que me dice que la diferencia entre un día bueno y uno malo está literalmente entre un par de micro buenas o malas decisiones, y tiene toda la razón.

Por eso ahora, cuando me enfrento a estas situaciones, lo primero que hago es intentar preguntarme ¿qué es lo innegociable para mí? ¿a qué no estoy dispuesto a renunciar?

Así lo hago cuando estoy trabajando en alguna interfaz de un producto. Lo primero que me pregunto es ¿qué es lo no negociable? tal vez mostrar cierta información, dejar cierto botón que haga x o y, mantener alguna interacción. Con esto claro, tengo una base sobre la cual pivotar para encontrar el mejor diseño.

Para cerrar el punto déjenme contarles una historía. Recientemente me enfrenté a la posibilidad de cambiar de trabajo, y tomé la decisión de hacerlo a pesar de estar trabajando en un producto increíble, un reto enorme que me apasionaba y con un gran equipo. No fue una decisión fácil, pero luego de analizarlo lo hice porque a pesar de todo sentía que estaba rompiendo mis propios principios, haciendo cosas que para mí no eran negociables: sobretrabajando y descuidando mi vida personal. Simplemente hay cosas que no se pueden negociar.

¿Y para ustedes qué es innegociable?