Recientemente mientras leía the minimalist entrepreneur me encontré con dos conceptos que de inmediato me hicieron click, pues considero son clave a la hora de hacer producto o emprender en el mundo digital. "Productizar" y "procesizar".

Lo sé, probablemente estas palabras no existen en el diccionario, pero creo que pueden explicar bastante bien estas ideas que, de otra forma, continuan siendo una de esas cosas que pasan en el mundo digital, pero son en cierta medida inefables.

Entonces, ¿qué significa cada uno?... No será la definición de la RAE pero:

¿Por dónde empezar? y la respuesta es: "procesizar".

Más veces de las que me gustaría admitir he pasado directamente de tener una idea a crear un producto o una funcionalidad. Pero, he encontrado que cuando logro detener ese impulso inicial y me enfoco en crear un proceso que: cree el mismo progreso, solucione el mismo problema o preste el mismo servicio de la idea inicial; el resultado final es mejor para todo el sistema. Entiéndase sistema por la relación entre mi producto o servicio con mi cliente, mi equipo de trabajo y todos los demás agentes que intervienen en su construcción.

Antes de hablar por qué el resultado es mejor hablemos puntualmente que quiere decir eso de crear un proceso. No es más que tratar de solucionar el problema o prestar el servicio de la forma más manual posible, al mismo tiempo que se crea una estructura o una receta para aportar valor (digo receta porque un proceso es literalmente un paso a paso de cómo crear y transferir ese valor al usuario).

La clave, y lo que genera cambios profundos en el sistema, es que ese proceso se pueda refinar con facilidad al probarlo directamente con usuarios, hasta que podamos encontrar cuál es la parte del proceso que es crucial y hace que la gente pague. En ese punto se puede transformar algo que funcionaba, de forma manual o con low-code, y convertirlo en un producto o parte del mismo.
 
Hacer procesos es el mejor insumo para hacer producto, es la mejor forma de capturar el feedback del usuario, de entender dónde están las fricciones. Los procesos se pueden cambiar con facilidad, moldear y optimizar, todo de forma relativamente económica. Un producto en cambio toma más tiempo de iterar, cuesta más y aleja más el feedback con el usuario, porque las fricciones pueden ocurrir sin percibirlas.

Esto va en la misma línea del famoso consejo de YC 

Y en la misma línea de Lean Startup, aunque con una diferencia importante. No es "fail fast, fail often", es refinar el entendimiento del usuario y del problema abstrayendo la realidad mediante un modelo (tal cual lo hacen los físicos y los economistas). En este caso el proceso será el modelo y el resultado que buscamos explicar es cómo generar progreso en la vida de las personas; para esto iteraremos hasta lograrlo.

Así que ya saben, refinen el proceso antes de volverlo parte de un producto.