Extracto de mi charla Simplifiquemos:
Hay personas que estudian los limites teóricos de la computación. Por ejemplo que problemas son computables y cuales no.
Las computadoras son sistemas físicos: lo que pueden hacer y lo que no, está dictado por las leyes de la física. La velocidad a la que puede procesar información está limitada por su energía.
Este profesor quería decifrar a qué velocidad podía ir la última notebook que construyamos. Calculó cuanta energía podía meterse en una notebook de 1 kg de peso.
Tuvo en cuenta la velocidad de la luz, la gravedad, las leyes de la termodinámica, las leyes cuánticas, y llegó a la conclusión de que el límite físico de “la última notebook” sería de 10^50 operaciones por segundo. Que es un montón y no estamos ni cerca.
Pero no es lo mismo límite físico que límite práctico. Para llegar a esa velocidad es necesario comprimir la computadora a un tamaño minúsculo, formando un agujero negro. Para usar esta computadora tendríamos que estar adentro del agujero negro, donde moriríamos al instante.
Nosotros los seres humanos también somos sistemas físicos. Lo que podemos y no podemos hacer también está dictado por las leyes de la física.
Nuestros cerebros son limitados. Cuanto antes lo aceptemos, mejor nos va a ir.
El hecho de que nuestros cerebros son limitados es una razón más para simplificar. Mientras más simple sea un sistema, más fácil va a ser para nuestros cerebros entenderlo, modificarlo y mantenerlo.
Nuestros cerebros tienen una cantidad de información máxima que pueden procesar en un momento dado.
No se quemen la cabeza.
Si no pueden resolver un problema, no trabajen 10 horas por día. Cierren la computadora cuando termina la jornada. El trabajo va a seguir esperandolos al día siguiente. Cuiden su cerebro, que es su herramienta de trabajo.
Si se sienten cansados o agobiados hagan una pausa. Salgan a caminar. Tomense una siesta. Denle tiempo al cerebro a procesar la información.
El código es solamente el producto final. Pero el 90% del trabajo pasa en la cabeza. Y una mente que no está descansada no puede razonar bien y no puede trabajar bien.
Si no cuidamos a nuestras cabezas por un tiempo prolongado podemos terminar con BurnOut. Cuando sufrimos Burn Out no podemos razonar correctamente. Y nos transformamos en una peor versión de nosotros mismos. Lo que afecta nuestras vida y las de los que nos rodean. Lo que nos causa frustración. Y todo esto se retroalimenta. Y podemos terminar muy mal.
Cuiden sus cabezas, que trabajar adentro de un agujero negro no vale la pena.