La landing page es el primer paso para validar el interés en un producto.
Antes de invertir tiempo y recursos en el desarrollo completo, una landing page nos permite presentar nuestra propuesta a potenciales clientes y evaluar su reacción.
Es el espacio donde podemos comunicar directamente el problema que podría enfrentar nuestro publico objetivo y mostrar cómo nuestro producto aporta valor para resolverlo.
De esta manera, no solo captamos la atención de quienes podrían necesitar nuestra solución, sino que también obtenemos información sobre el interés real de lo que ofrecemos. Esto nos ayuda a ajustar y mejorar nuestro producto desde etapas tempranas.
Aunque muchas startups con grandes presupuestos apuestan por páginas llenas de animaciones y diseños sofisticados, la realidad para quienes emprendemos con recursos limitados es muy diferente.
Una landing page sencilla, enfocada en el texto y una comunicación clara, nos puede ayuda a lanzar nuestros productos más rápidos y que se adapten mejor a los cambios.
Emprender con recursos limitados
Aquellos que intentamos emprender de forma independiente, como yo, y contamos con recursos limitados, debemos enfocarnos más en comunicar el mensaje correcto.
Es fundamental transmitir el problema que alguien podría tener, dar a conocer nuestra solución y explicar cómo la resuelve.
Minimalismo vs. diseño sofisticado
Optar por una landing page minimalista permite lanzar nuestro producto mucho más rápido.
Al centrarnos en lo esencial, el mensaje y la propuesta de valor, evitando retrasos causados por tener que crear animaciones, gráficos complejos o diseños elaborados.
Esta rapidez es clave para comenzar a validar la idea y el producto cuanto antes, obteniendo feedback real de cliente y ajustando la propuesta según sus necesidades.
Un diseño sencillo no solo acelera el proceso de lanzamiento, sino que también facilita futuras actualizaciones. Esto nos permite evolucionar la landing page a medida que el producto crece y cambia.
El texto se edita fácil, los visuales no
Cuando cambio una característica de mi producto o agrego una funcionalidad nueva, puedo actualizar la landing page rápidamente si está basada en texto.
Basta con modificar unas líneas para comunicar el cambio o la novedad a mis visitantes.
Sin embargo, si nuestra landing page dependiera de visuales específicos para mostrar cómo funciona una característica, cada cambio implica crear o modificar imágenes, gráficos o animaciones.
Esto no solo consume más tiempo, sino que puede retrasar la actualización de la página.
En el peor de los casos, podríamos terminar con una landing page desactualizada, que no refleja las últimas mejoras del producto y confundir a nuestros visitantes.
Recomendación para crear una landing page minimalista
Para crear una landing page minimalista, sigo la siguiente estructura:
Antes de invertir tiempo y recursos en el desarrollo completo, una landing page nos permite presentar nuestra propuesta a potenciales clientes y evaluar su reacción.
Es el espacio donde podemos comunicar directamente el problema que podría enfrentar nuestro publico objetivo y mostrar cómo nuestro producto aporta valor para resolverlo.
De esta manera, no solo captamos la atención de quienes podrían necesitar nuestra solución, sino que también obtenemos información sobre el interés real de lo que ofrecemos. Esto nos ayuda a ajustar y mejorar nuestro producto desde etapas tempranas.
Aunque muchas startups con grandes presupuestos apuestan por páginas llenas de animaciones y diseños sofisticados, la realidad para quienes emprendemos con recursos limitados es muy diferente.
Una landing page sencilla, enfocada en el texto y una comunicación clara, nos puede ayuda a lanzar nuestros productos más rápidos y que se adapten mejor a los cambios.
Emprender con recursos limitados
Aquellos que intentamos emprender de forma independiente, como yo, y contamos con recursos limitados, debemos enfocarnos más en comunicar el mensaje correcto.
Es fundamental transmitir el problema que alguien podría tener, dar a conocer nuestra solución y explicar cómo la resuelve.
Minimalismo vs. diseño sofisticado
Optar por una landing page minimalista permite lanzar nuestro producto mucho más rápido.
Al centrarnos en lo esencial, el mensaje y la propuesta de valor, evitando retrasos causados por tener que crear animaciones, gráficos complejos o diseños elaborados.
Esta rapidez es clave para comenzar a validar la idea y el producto cuanto antes, obteniendo feedback real de cliente y ajustando la propuesta según sus necesidades.
Un diseño sencillo no solo acelera el proceso de lanzamiento, sino que también facilita futuras actualizaciones. Esto nos permite evolucionar la landing page a medida que el producto crece y cambia.
El texto se edita fácil, los visuales no
Cuando cambio una característica de mi producto o agrego una funcionalidad nueva, puedo actualizar la landing page rápidamente si está basada en texto.
Basta con modificar unas líneas para comunicar el cambio o la novedad a mis visitantes.
Sin embargo, si nuestra landing page dependiera de visuales específicos para mostrar cómo funciona una característica, cada cambio implica crear o modificar imágenes, gráficos o animaciones.
Esto no solo consume más tiempo, sino que puede retrasar la actualización de la página.
En el peor de los casos, podríamos terminar con una landing page desactualizada, que no refleja las últimas mejoras del producto y confundir a nuestros visitantes.
Recomendación para crear una landing page minimalista
Para crear una landing page minimalista, sigo la siguiente estructura:
- Encabezado: Una frase clara y directa que capture la atención y comunique el valor principal de mi producto.
- Subencabezado: Expande la idea del encabezado, explicando brevemente cómo el producto resuelve el problema de mi público objetivo.
- Cuerpo: Describe las características y beneficios clave de mi producto. Si tengo testimonios, logros o cualquier otra prueba social, los incluyo aquí para reforzar la confianza en el producto.
- Llamado a la acción (CTA): Termino con una invitación clara y específica para que el visitante realice la acción que desea (por ejemplo, registrarse, solicitar acceso, descargar, etc.).
Esta estructura me permite lanzar rápidamente y comunicar de forma efectiva el valor de mi producto.
Una landing page viva
La landing page creada no tiene que ser la versión final.
Podemos editarla, mejorarla y hacer que evolucione junto con nuestro producto, proyecto o servicio, incorporando nuevas funcionalidades y propuestas.
Esto hace que la landing page sea y se sienta más viva.
Una landing page viva
La landing page creada no tiene que ser la versión final.
Podemos editarla, mejorarla y hacer que evolucione junto con nuestro producto, proyecto o servicio, incorporando nuevas funcionalidades y propuestas.
Esto hace que la landing page sea y se sienta más viva.