Hoy mas que nunca es importante entender que no todos somos iguales, cada ser humano resuelve los problemas de distinta manera, mejor o peor que otros.

Sin embargo, las personas quiere correr, quieren llevar el ritmo de otras personas, cosechar los éxitos de otros en tiempo record. Creo que eso se da porque nos venden las vidas perfectas, vemos a las personas exitosas en portadas, campeones del mundo, ejecutivos exitosos y decimos: ¿Porque yo no? A su edad ya era exitoso o exitosa y yo no¿ Porque?

También, creo, hay muchos “gurus” ahi afuera diciéndonos que debemos emprender, que el momento es ahora, que debemos aprender X habilidad YA!, que debemos leernos 100 libros al año para ser exitosos como Bill Gates, que debemos entrenar día y noche para ser como Michael Jordan. Eso nos lleva únicamente a compararnos con otros y crear una competencia desigual, todos tenemos diferentes background, diferentes formas de pensar y diferentes habilidades.

El pensar que debemos estar en un tiempo determinado en alguna posición económica o social es lo que muchas veces nos hace infelices, creer que debemos, por ley natural, ser esa personas que idealizamos.

Pero, no podemos ser Bill Gates, ni Michael Jordan, ni Elon Musk, somos lo que somos y aprendemos y mejoramos a nuestro ritmo, el propio destino y nuestras desiciones van dictando hacia donde nuestra vida va.

Claro, eso no quiere decir que podamos copiar o emular cosas buenas o positivas de otras personas, por supuesto que deberíamos, pero reconociendo nuestros limites, nuestros gustos y la forma en la que nosotros vemos y actuamos sobre la vida.

Aprendamos a conocer nuestro ritmo.