Hice algo un poco ridículo unas semanas atrás para mucha gente. En tres días decidí eliminar mi libro en Substack y moverme completamente a una plataforma que acaba de lanzarse con muy pocas funciones.

Puede que te preguntes por qué. La intención era consolidar mis escritos en un nuevo sitio y comenzar en una nueva plataforma con un enfoque más claro y más fácil de gestionar.

Parte de ser un director de cine puede ser igual a tener un blog e implica tomar decisiones audaces que son muy públicas. Hay muchas posibilidades de que la decisión que tomé esas semanas atrás sea un completo fracaso. Y si es un fracaso, también será público.

Pero eso está bien.

Hacer arte no se trata sobre el resultado final. Se trata sobre compartir el proceso. No se trata solamente de los grandes momentos, de los éxitos, sino también de los errores.

Los errores son algo bueno. Hacerlos en público es aún mejor. Los errores están destinados a ayudarnos a crecer. Cuando cometemos esos errores en público, recibimos comentarios específicos que refuerzan la lección que debemos aprender.

Comparte tu trabajo públicamente. Comete errores. Aprende. Itera.