Marco Vélez Esquivia

March 22, 2021

Prólogo: ¿Por qué hacemos cine?

Publicación anterior: Advertencias preventivas de este libro

Esta publicación está patrocinada gracias a las donaciones realizadas por:


Cada película, cada proyecto empieza con una idea.

Nos cae una idea del cielo o del cuarto de al lado como dice David Lynch y nos pasamos un día, una semana o un año, pensando en esta idea, recibiendo nuevos pedazos del rompecabezas de esta idea y nos preguntamos si esto es algo que queremos ponerle tanto de nosotros, de nuestro tiempo y esfuerzo. Tiene que ser ese tipo de idea que no te deja, que se queda allí metido en tu cabeza, se impregna de ti.

Luego nos pasamos una semana o un mes o un año escribiendo el guion tratando de poner esta idea que tienes en la cabeza en palabras, tratando de pintar una imagen con un lapicero o con un teclado. Este es un proceso absurdamente agotador.

Es un proceso conceptualmente que cansa mucho mentalmente porque estás constantemente tomando decisiones. Todo el proceso se trata sobre decidir, y decidir, y decidir. Si estás en un buen día, los personajes sientes que simplemente te hablan pero la mayoría del tiempo es bien difícil. Es un proceso de mucho trabajo, de cargar cosas mentalmente, en un lugar bastante solo y alejado de todo el mundo.

IMG_8343.PNG


Después te pasas de tres a seis meses o en muchos casos años re-escribiendo ese guion. Regresas a escenas y secuencias que sudaste y sudaste por escribir y tienes que borrarlas para poner otra cosa en su lugar, y en cada paso del camino tienes la esperanza que has estado volviendo el guion y su historia mejor, ya sea trabajando en un personaje o explicando cosas de una mejor manera.

Para cuando terminas tus primeras re-escrituras y tienes ya una versión que sientes que puedes mandar a tu círculo más cercano, probablemente has leído el guion unas 50 o 60 veces de principio a fin y no tienes ninguna perspectiva para saber si es un buen guion o que sólo es un guion terminado.

De allí comienzas el proceso horrible de lo que es el festival del rechazo a través de laboratorios y fondos, y luego para comenzar a intentar levantar los recursos para hacer la película.

Comienzas a buscar todos los contactos, a tus amigos, a tu familia para ver si quieren invertir en tu proyecto. Intentas también que otra gente que conoces lea tu guion pero te das cuenta que la mayoría de esas personas dice que lo va a hacer pero no lo hacen, porque nadie en verdad quiere leer un guion.

Los que lo hacen van a decirte que está bien, o los que son buenas personas te van a decir amablemente que tu guion es una porquería y que no existe el chance que van a poner su dinero en una película tan mala.

Pero existe el chance que consigas a alguien que confía en vos, de pronto no necesariamente en la historia de tu guion, pero definitivamente creen en vos y en tu talento y tienen la intención de poner su dinero en el proyecto pero por supuesto ellos tienen sus propias ideas para mejorar el guion. Para no decir no a esos recursos, vas a regresar al guion y vas a re-escribir otra vez.

IMG_8344.PNG


Eventualmente vas a encontrar a personas que están dispuestas de montarse en ese tren demente contigo, en este medio artístico absurdamente costoso llamado hacer cine donde esencialmente vas a estar quemando plata día tras día, todo porque tuviste una idea hace mucho tiempo atrás. Ojalá sea una buena idea y sigues adelante porque todavía tienes fe en esta idea.

Después tenemos que buscar actores y gastarnos una parte de nuestro presupuesto en su increíble talento o por lo menos eso esperas. Intentas no prestarle mucha atención a sus seguidores en Instagram y ojalá no estés muy presionado por escoger gente que tiene más exposición pero no es tan talentosa que esos otros actores que están empezando pero tienen mucho potencial y que sientes que son perfectos para tu película.

Comienzas a llamar y a escribirles a sus managers para ver si le prestan atención a tu película, y tratas para que lean el guion y les pides que no lo rechacen sino que puedas sentarte con esos actores que quieres. Y luego, si por algún milagro, esos actores que quieres leen el guion y están interesados en tu pequeña película, ellos también van a tener ideas propias sobre sus personajes y sobre la película, y vas a regresar al guion para introducir esas ideas que ellos tienen.

Y allí intentas balancear todo este trabajo que hiciste antes de salir al mundo e intentas mantener vivo ese centro de la idea que tanto te emocionó al principio y lo intentas mezclar lo mejor que puedes con las ideas que toda esta gente te ha dado. Lo mismo lo vives cuando consigues a tu directora de fotografía o tu director de arte y con los otros productores.

Comienzas a pedirles a toda esta gente tanto actores como crew que te sigan en este camino, en este sueño y que se monten en este tren por muchísimo menos dinero que lo que normalmente ganan haciendo televisión o en comerciales. Y les pides que lo hagan porque creen en vos, porque sienten que de pronto tienes algo de especial.

Comienzas a gastarte favores diciendo que les editas su reel a los actores o que estás allí para lo que necesiten. Y lo haces porque estás tratando que 10, 20 o 30 personas te den 6, 12, 18, 24 días de su tiempo para tu película.

La razón de porque esto es un gran favor es porque cuando empieza el rodaje y le estás pidiendo que se levanten a la horrible hora de las 5 de la mañana para que vayan-a-quien-sabe-donde, y pongan la cámara y luces y sonido al frente de unos actores y ojalá poder capturar algo hermoso y real. Ojalá capturar un momento para toda la eternidad que se siente real y verdadero para vos.

El 99% del tiempo no va a ser nada como lo habías planeado en tu cabeza.

Va a ser su propio monstruo, y lo que te va a medir como directora y productora es si vas a poder dejar a un lado lo que tenías en la cabeza y aceptar lo que tienes al frente tuyo. Aceptar esta nueva vida, esta evolución de lo que se está convirtiendo tu película sin romper las promesas que le has hecho a toda esta gente.

Vas a tener frío / calor, y vas a tener hambre, y vas a estar fuera de tu comfort. Y todos ellos van a estar también así, con frío / calor y con hambre, pero la única diferencia es que ellos te van a culpar porque vos sos el que dijo que había que subir y conquistar esa montaña.

Puede ser que sea muy divertido el rodaje pero siempre, siempre va a ser difícil porque estás intentando no gastarte esos 100 pesos, estás intentando negociar hasta un tinto, mientras estás intentando poder filmar más y más en el día, intentando negociar con el dios del tiempo para que te dé un poco más de tiempo.

Prácticamente, estás intentando hacer una película por muchísimo menos dinero que lo se gasta la mayoría de la gente.

Unos días van a ser mejor que otros. Unas escenas van a pasar sin mucha dirección y otras vas a tener que trabajarle tanto en el set como luego en postproducción, y otras escenas se van a sentir como meh pero sin ninguna razón aparente así se vea bien y las actuaciones sean buenas. A veces es la escritura de la escena o simplemente como te sientes en el día. Debes tener un plan para ver como la escena puede mejorar pero con el reloj diciéndote que no tienes tanto tiempo.

Francois Truffaut dijo que empiezas una película queriendo hacer una obra maestra pero terminas solo tratando de sobrevivir. Y si puedes de alguna forma sobrevivir a todo esto y filmar todo lo de la película, entonces todo el mundo se va para su casa y siguen con sus vidas, y vos te quedas allí, de nuevo, solo con discos duros llenos de material que tienes de alguna forma juntar para que se vuelva en una película que puedas comercializar y recuperar la inversión.

Te vas a gastar los próximos 6 meses a 1 año tratando cómo coger ese material y volverlo para que cuente una historia tejiendo todos los pedazos pequeños de drama y comedia para contar algún tipo de verdad emocional.

Esperas que tu idea haya sido lo suficientemente fuerte cuando empezaste, que el guion haya sido lo suficientemente bueno, esperas que la gente con la que trabajaste fueron lo suficientemente buenas en su trabajo y que creyeron en tu visión, para que después no estés arrancándote los pelos en postproducción tratando de arreglar todos los problemas que pueden surgir como que por qué no tienes cierto plano, o que estos planos no cortan bien o que este audio no es el mejor o que esta otra toma quedó en fuera de foco. Esperas que todo se vea bien y se sienta que está bien junto.

Y lentamente, como una escultura, algo toma forma.

Y como hiciste con el guion, lo ves y lo ves y lo vuelves a ver cada vez que vas refinando. Comienzas a cortar cuadros, luego segundos, luego planos enteros y terminas cortando escenas completas que sabes que hiciste de todo por conseguir pero lo haces para hacer que la película sea mejor.

Probablemente durante este proceso no hay recursos en el presupuesto para que puedas vivir de sólo estar en postproducción de tu película entonces vas a tener que dejar la película allí esperándote mientras vas a trabajar en otros proyectos o en tu trabajo diario. Y entre esas dos cosas vas a dejar a un lado tus relaciones de amistad, a tu familia sólo para tratar de terminar esta película.

Saltándonos todo el proceso de vender la película, cuando ya la película sale por fin en salas de cine o en una plataforma de streaming o en VOD o lo que sea, esperas que la gente que vaya a verla no va a saber por todo lo que pasaste y viviste, no van a saber cuanto te gastaste y todo lo que costó para poder hacerla.

Esa gente inocentemente va a comparar tu película pequeña, hecha con las manos, con la última película de Hollywood o con toda la historia del cine. Te van a comparar con alguien que tuvo 6 meses para filmar su película con un equipo 10-20-50 veces el tuyo. Y vas a leer sus críticas y vas a querer gritarles porque ni siquiera son capaces de escribir el nombre de tu personaje bien, o no saben diferenciar entre un movimiento de dolly o un steadycam.

Te van a comparar con esa película escrita por uno de los mejores guionistas que ha producido el mundo. La gente no va a saber los obstáculos que tuviste que sobrevivir para poder hacerla y ellos van a compararla con otras películas que les han gustado. Y probablemente van a decir que tu película no es buena y vas a tener que estar bien con eso y decirles que gracias por su opinión así no se la hayas pedido.

Entonces, ¿por qué carajos hacemos todo esto? Realmente, ¿por qué lo hacemos?

¿Por qué escogemos esto? ¿Por qué lo escogemos, y no solamente eso, sino que nos metemos y peleamos por hacerlo, gastándonos millones de pesos estudiando en alguna escuela de cine, pasándonos años tratando de volvernos buenos haciéndolo filmando comerciales y videos corporativos para tener la oportunidad de hacer una película. ¿Por qué lo hacemos?

No puedo hablar por todo el mundo. Sólo puedo decir que yo lo hago porque no tengo otra opción. Literalmente no tengo otra opción. El cine está en mis venas, en mis células, en mi alma. Es parte de mi.

Es la única razón que he encontrado que me hace olvidar el pensamiento que algún día voy a morir. Amo poder resolver todos esos obstáculos que se ponen en el camino para poder hacer mi película. Sé que no voy a poder hacer la película exactamente como quiero, exactamente cómo está en mi cabeza y amo pelear con la imposibilidad de hacerlo. Y este es mi sueño desde que tengo uso de razón y probablemente desde antes de eso.

Pero sobre todas esas cosas, creo que lo hago porque siento una alegría poder tener una pequeña idea que lentamente recibe otra idea y otra y otra y algo comienza a formarse y parece ser algo bueno, pero todavía no lo puedes ver muy claro, pero algo comienza a hacer click y sientes una emoción, un sentimiento, una verdad que quieres volver real, en algo tangible, en una experiencia emocional y hacer que otras personas puedan tener esta misma experiencia que te imaginaste.

A veces se tiene éxito y en otras no. Pero ese el reto y ese es el porque seguimos este camino, este llamado a hacer cine. A contar historias.

Este es un proceso que requiere de práctica.

El proceso de hacer arte constantemente y sosteniblemente es en sí el objetivo real.

IMG_8345.PNG



Marco Velez Esquivia
marcovelez.co

About Marco Vélez Esquivia

Hey! Soy Marco Velez Esquivia, soy el fundador y CEO de LYNCH anima, creadores de las películas colombianas Tiempo Presente, Ultraviolencia, Sicosexual, Ruido y Afuera del Tiempo

Muchas gracias por pasarte por acá!