Marco Vélez Esquivia

June 13, 2022

Un Bigger Pie

Ayer publiqué un post en mi blog que se titula “Ve, y cómo van tus proyectos?” donde listaba el estado de todos los proyectos en los que estoy trabajando. La mayoría de la gente que me comentó sobre el post me dijo que era un “teso”. Siempre les contesté “cero teso.”

No les contesté por [falsa] modestia diciendo eso, sino que vivo bajo un mantra que es una de las razones de porque hago cine:

When negotiating, don’t aim for a bigger piece of the pie; aim to create a bigger pie.

La razón de esto nace de una pregunta muy sencilla: ¿en cuál de estos caminos prefiero invertir mi tiempo y mis recursos?

 1. 1 largometraje de muy alto presupuesto
 2. 10 largometrajes de muy bajo presupuesto

La gran mayoría eligen el camino #1 porque parece intuitivo: ¿por qué no ir a lo grande? ¿Por qué no recaudar mucho dinero para poder hacer una "película real"?

Si solo fuera así de fácil. Cada año se hacen decenas de miles de estas películas, y la mayoría de nosotros nunca hemos oído hablar del 99% de ellas. Sin embargo, la mayoría de los cineastas todavía eligen este camino porque se resisten a crear algo más pequeño e inmediato. Sacrifican algo que podrían crear en este momento por algo que podrían crear en el futuro (pero probablemente no lo harán).

La mayoría de las veces, esa película más grande nunca llega a ser. Y lleva años, a veces décadas, de prueba y error antes de darse cuenta de que tomar el camino n.° 2 habría sido la mejor opción. El segundo camino suena menos glamoroso. No hay títulos lujosos ni motorhomes. 

Pero es filosóficamente más sólido porque no se trata de recaudar una tonelada de dinero para una sola película, sino de descubrir cómo hacer películas de bajo presupuesto cuando quieras por el resto de tu vida. Y al hacerlo, puede aprovechar lo que los especialistas en marketing comercial llaman el efecto de cola larga.

Quizás no haya mayor ejemplo del poder de este efecto que lo que es Amazon. A diferencia de la mayoría de las plataformas de comercio electrónico, Amazon no solo se enfoca en vender los productos más populares. En su lugar, se enfocan en vender la mayoría de los productos sabiendo que muchos de ellos fallarán o incluso perderán dinero. 

Pero lo hacen porque estadísticamente, dentro de la “cola larga” de productos menos conocidos, inevitablemente habrá algunos valores atípicos: Uno de cada cien productos de Amazon se convertirá en éxitos inesperados y generará más ingresos que los otros cien juntos. Pero esos otros cien productos son necesarios para encontrar el único unicornio que explota.

Netflix también nació de esta estrategia. Construyeron su negocio a partir de la programación de prácticamente cualquier cosa en su plataforma. Muchos de sus títulos de mayor rendimiento fueron viejas series de televisión o películas extranjeras que nadie hubiera imaginado que se volverían muy populares. Irónicamente, son los proyectos de gran presupuesto/alto perfil los que ahora los están hundiendo.

Esas películas de Netflix con cientos de millones de dólares a sus espaldas se ven bien, pero no en un balance general. Netflix ha perdido su enfoque en la cola larga en los últimos años y ahora están pagando el precio.

Entonces, ¿qué tiene esto que ver con hacer nuestras propias películas? Yo diría que es aún más evidencia de que: Hacer muchas películas pequeñas > Hacer una gran película

Casi todos los cineastas que sobreviven en este negocio entienden el poder de la cola larga. No ponen todos sus huevos en una canasta. En cambio, se enfocan en crear muchas películas de manera sostenible y continúan construyendo un cuerpo de trabajo durante muchos años.

Eso es porque saben que si tienen 10 películas en su haber, tienen 10 veces más probabilidades de crear un valor atípico que con una sola película. Aquí es donde nace la “suerte”. Tal vez sea la película #8 la que supera a todas las demás, no porque fuera la mejor película del grupo, sino porque era la película adecuada en el momento adecuado. O la persona adecuada lo vio. O el actor principal se lo mostró a su manager, quien se lo mostró a un programador que lo programó en Cannes.

Otra razón de porque siento que esta es la mejor manera de poder construir una manera continua de hacer cine es ayudar a crear un “bigger pie”.

Para mí hacer cine no es solamente hacer cine para mí, para expresarme, para que me digan que soy un teso. La razón de poder hacer más, de poder generar un espacio más grande, es para que otros también puedan hacer más de lo que les gusta: actuar, escribir, hacer la fotografía o el arte o el vestuario, diseñar el sonido… y quien sabe, poder dirigir sus películas.

Yo no hago cine solo para mí y mi beneficio económico y/o para la fama. Hago cine para que otros puedan expresarse artísticamente y que puedan tener beneficios económicos de su arte. De crear industria. De crear una industria sostenible donde no solamente gano yo al estar arriba en una estructura piramidal, sino donde todos ganamos en un círculo.

Marco Velez Esquivia
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About Marco Vélez Esquivia

Hey! Soy Marco Velez Esquivia, soy el fundador y CEO de LYNCH anima, creadores de las películas colombianas Tiempo Presente, Ultraviolencia, Sicosexual, Ruido y Afuera del Tiempo

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