Miguel Ferrer Isaza

March 21, 2021

Proyecto Sunrise: de cero a impacto social en 48 horas

Por estos días nos encontramos dando un cierre definitivo a todo lo que fue Proyecto Sunrise y aunque la nostalgia está a flor de piel, no quise perder la oportunidad para hacer una pausa y reflexionar sobre lo que construimos.

Me siento más que afortunado de haber sido parte de algo tan surreal y creo que contar mi historia, así sea que nadie la lea, es una responsabilidad que tengo y a su vez la forma de devolver un poco todo lo que aprendí en este camino.

Así que aquí va...

Una radiografía completa a lo que fueron las primeras horas de la creación de Proyecto Sunrise contada desde adentro (versión Miguel Ferrer):

TL;DR Demostramos que la solidaridad SÍ podía ser más contagiosa que el virus en las primeras 48 horas de la cuarentena Colombiana.

Medellín, Colombia - Viernes 20 de Marzo de 2020

Hace un año, mientras terminaba algunas cosas de mi nuevo trabajo. Recibí este mensaje de mi primo Pablo:
 
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Mensaje que, ante mi evasiva respuesta y su clásica intensidad, fue seguido de una llamada a mi celular.

En la llamada no hubo muchos detalles, solo una simple instrucción: "Conectate, conectate ya (a la videollamada) y hablamos".

Y así fue.

Me conecté y para sorpresa mía no era el único conectado, estaba también mi socio en muchos proyectos Daniel López. Los tres, conversamos de la idea que tenían "salva un negocio", me contaron que querían masificar algo que Daniel estaba aplicando en su restaurante (La Fiambrera): vender bonos o tiqueteras de forma anticipada a la gente para conseguir caja y sobrellevar la crisis.

Me trataron de convencer de que me uniera al proyecto, me mostraron incluso unos diseños en Figma y me dijeron que necesitábamos empezar a tirar código ya.

Acá una foto de esos diseños que me envió Pablo el día siguiente:

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Mi respuesta fue que debían validar más rápido, podían empezar sin tirar código con un formulario en Google Docs para capturar los negocios que tenían este problema. Además les dije que no tenía el tiempo para meterme a este proyecto, estaba nuevo en el trabajo y tenía bastante que hacer.

Con esto en mente, Pablo comenzó a preguntar en Instagram sobre el tema y hablar con conocidos que tenían restaurantes para validar la idea.

Conversamos como hasta eso de las 8 de la noche y luego seguimos chateando un rato por un grupo de Whatsapp; a las 10:25 PM Pablo nos dijo:

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El presidente Duque acababa de anunciar el inicio de la cuarentena, era el empujón que necesitábamos, Daniel por la época estaba sin trabajo y estaba listo para meterse de lleno.

Había mucha incertidumbre en el ambiente; esta nota de voz de Pablo describe perfectamente lo que se estaba viviendo.

Conversamos un poco más sobre nuestros miedos, lo que se venía, etc. A eso de las 11 PM Pablo y Daniel cerraron el día con estos mensajes:

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Esa noche no dormí muy bien, me la pasé pensando como podíamos validar esto rápido. Aunque seguía pensando que no tenía tiempo para meterme al proyecto, dada la insistencia de Pablo y Daniel el tema empezó a ocupar gran parte de mis pensamientos.

Sábado 21 de Marzo de 2020

Al otro día mientras revisaba twitter en la mañana, me topé con Ben Tossell, un personaje que se dedica a construir todo tipo de cosas usando tecnología no-code y le compartí la info a Daniel para que empezara a revisar si podía construir una primera versión de la plataforma sin código:

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Mi subconsciente me empezó a traicionar y a medida que empezaba a hablar del proyecto habla en plural, como si ya estuviera dentro, Pablo mientras insistía:

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También empezamos a encontrar los primeros problemas ¿Cómo conectar la pasarela de pagos? ¿Qué mostrar en la app? ¿Cómo dispersar el dinero a los negocios, sin perder plata en comisiones? etc.

Acá los primeros prototipos que hizo Daniel en Glide Apps:

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A las 9 de la mañana, Pablo empezó a construir el formulario para el registro de negocios y yo entré a apoyar:

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La verdad me quedé bastante corto con "apoyar unos minutillos", pues desde ese momento no volví a desconectarme del proyecto.

9:15 AM Las primeras validaciones que había hecho Pablo, estaban siendo muy positivas:

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Estábamos empezando a construir formularios y una primera versión, pero nos faltaba el nombre...

Había afán en el ambiente, sentíamos que teníamos una oportunidad enorme al frente y no había tiempo para cambiar el nombre, si queríamos aprovecharla. Había que lanzar ya. Luego de revisar y filtrar el formulario de Pablo a las 12:50 PM era el momento de lanzar. Nacía "Salva un negocio".

La estrategia inicial, compartir esto por nuestros grupos de Whatsapp para capturar los restaurantes de conocidos y pedirles que nos ayudaran a regar la voz. El mensaje exacto que cada uno compartió fue una variación de este. En mi caso lo envié así en el grupo de la empresa:

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Y así en el grupo de amigos:

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El mensaje al grupo de amigos que fue el momento exacto en el Daniel Harry, escuchó del proyecto por primera vez. Acá su reacción:

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Harry se encontraba haciendo un intercambio en Hawaii, habíamos conversado el día anterior de lo estresado que estaba con la situación de la pandemia y desde el momento cero nos ofreció su ayuda.

El lanzamiento estaba rodando, gracias a las validaciones de Pablo por Whatsapp, en menos de 30 minutos ya teníamos dos negocios registrados y estábamos teniendo una muy buena respuesta por los grupos de conocidos, no solo Daniel Harry, mucha gente empezó a ofrecer su ayuda y regar la voz.

El feedback empezó a ser positivo, muy positivo. La gente empezó a interesarse y a darnos consejos. Había una recomendación muy común: cambiar el nombre. Esta era mi reacción por el grupo:

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El tiempo corría y luego de casi una hora de haber lanzado, teníamos 5 registros:

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Mientras esto pasaba, seguí intercambiando chats con Harry, conversamos un rato sobre el mensaje con el que estaba registrando a Savannah el restaurante de su papá, juntos tratamos de volverlo más humano; luego me llamó y me hizo un par de preguntas de como estábamos estructurando todo el proyecto.

El mensaje que construimos me gustó tanto, que lo compartí con Daniel y Pablo, sentí que mostraba perfectamente el valor de lo que estábamos haciendo y nos ayudaba a mantener la moral en alto. Esa conversación con Harry nos mostraba también cuales serían esos huecos en el proyecto ¿Qué íbamos a hacer si algún negocio entraba en quiebra?

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Eran casi las dos de la tarde y ya íbamos llegando a los 8 restaurantes registrados. Por interno Harry me seguía hablando, realmente no podía sacarse el proyecto de la cabeza:

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También, nos empezó a contactar gente desconocida a preguntarnos del proyecto, dudaban que fuera confiable, Pablo se encargaba de montarlos a bordo y yo de presionar al equipo para que le siguiéramos dando estructura a todo:

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A las 2:08 PM pasó esto:


Y así fue a las 2:19 ya éramos Sunrise y teníamos 10 restaurantes registrados uno de los cuales estaba en Manizales (fuera de Medellín):

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Pasaron 10 minutos y Harry me volvió a escribir, me preguntó que si estábamos reunidos. Le envié un link y se conectó. No me acuerdo muy bien que hablamos en la llamada, pero si se que ese fue el momento exacto en el que empezó a trabajar de lleno en el proyecto, nos recalcó que quería ayudar y que no iba a aceptar un No como respuesta. (En esta foto pueden ver que empezó a aportar valor de entrada una hora más tarde a las 3:37 PM ya había escrito contenido para la landing page que estábamos armando):

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Mientras conversábamos con Harry en la llamada Dani nos compartió la primera versión de la landing page, el mensaje era muy poderoso y sencillo: "La solidaridad puede ser más contagiosa que un virus" 

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No sé que habrá fumado Daniel para escribirlo, lo que si sé es que englobó perfectamente lo que queríamos hacer, vencer el miedo, hablar de cosas bonitas que trajeran esperanza, cambiar el mensaje. Se convirtió en nuestro slogan y la base para tomar decisiones de cara a todo lo que fue el proyecto.

Mucha gente desconocida nos seguía contactando, nos hablaron de Innpulsa, de restaurantes reconocidos de la ciudad, directores del gremio de restaurantes, etc. Y cuando menos lo pensamos explotó:

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27 restaurantes registrados luego de solo 3 horas y media de haber lanzado. Por la acogida, las respuestas, las ciudades dónde se estaban registrando y la gente preguntando por el proyecto, era oficial el efecto bola de nieve estaba andando.

Seguíamos trabajando en la landing page, para tener una fachada, pero en este punto todo llevaba al formulario de Google.

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Harry mientras tanto, preocupado por la parte estética invitó a su hermano Miguel (diseñador en Google y en adelante: Migue) a que nos ayudara con un par de cosas. Migue fue otro que se conectó a la llamada y tampoco pudo desconectarse de lo que estábamos haciendo hasta ya muy entrado al proyecto.

Lo primero que hizo Migue fue el logo, acá una imagen que nos compartió de su proceso:

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Lo segundo que hizo fue meterle una mano a la primera landing page, para que se viera bonita.

Como dato curioso hasta que llegó Migue al equipo éramos solo "Sunrise", obviamente el dominio sunrise.co estaba tomado entonces no podíamos comprarlo. Pero Migue tuvo la brillante idea de usar "Proyecto Sunrise" pues proyectosunrise.co estaba disponible.

Nota importante: de este punto de la historia en adelante, todo fue más confuso y difícil de reconstruir. Las cosas empezaron a pasar demasiado rápido, empezamos a conversar menos por el grupo y más por videollamada. La realidad es que a medida que escribía esta parte no podía creer que habían pasado tan solo 24 horas de haber comenzado el proyecto.

Dueños de discotecas, restauranteros, directores del gremio, agentes del estado, influenciadores en redes sociales todo el mundo nos estaba contactando. El sábado fue un día en el que empezamos sin nada y terminamos con, nombre, logo, landing page, 200 restaurantes registrados, y sobretodo muchos problemas por solucionar:

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Por mi parte trabajé con Dani en la plataforma, ayudé a estructurar el landing page y configuré los dominios y correos provisionales. Trabajé mucho en organizarnos, mi obsesión era centralizar todo en un solo lugar pues estábamos obteniendo demasiado feedback que se convertía en cosas por hacer así que me encargué de crear un proyecto en Basecamp y de centralizar todo ahí, correos, tareas, passwords de plataformas, etc.

A la 1 AM me acosté lleno de motivación luego de leer este mensaje:

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Sabía que el lado de los negocios estaba validado, el siguiente reto era ver si la gente apoyaba, había que seguir avanzando, pero íbamos por buen camino. Daniel Harry que estaba en horario Hawaiano se quedó haciendo el turno nocturno, su misión, coger fotos de los negocios que nos estaban mandando al correo (si, no se estaban adjuntando en el form) y guardarlas para poder subirlas luego a la plataforma que estábamos creando.

Domingo 22 de Marzo de 2020

El día empezó movido, desde las 8 AM Dani y Pablo empezaron a revisar la landing y a organizar todo. Nos publicaron en Wiki mujeres, nos empezaron a contactar marcas de ropa. Y Migue entraba al team:

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A la 1:34 PM estábamos listos para lanzar pero seguíamos ajustando cosas para lograr más reach:

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Migue empezó a crear contenido de redes sociales, Harry le ayudaba con los copies y al mismo tiempo creaba las cuentas en Instagram, Twitter y Facebook. Todo iba demasiado rápido pero el propósito estaba muy claro y gracias a Harry lo teníamos ya plasmado dentro de nuestro landing page:

¿Por quién lo hacemos? Por tu cafetería preferida en la que paras antes de llegar al trabajo para comenzar el día con pie derecho. El restaurante de medio día que te ahorra tiempo de cocina y te da la mejor comida. El bar en la noche, al que vas con tus amigos el viernes tras salir de una semana pesada en la oficina...

Mientras los hermanos Harry, trabajaban en contenido para el lanzamiento, Pablo atendía su Whatsapp que estaba estallado pues lo habíamos expuesto abiertamente para romper el miedo de la gente a registrarse y apoyar en algo desconocido. Dani trabajaba en la plataforma de Glide para poder hacer los aportes, yo por mi parte mientras le ayudaba, me ocupé de soporte, el objetivo era responder correos de todos los negocios que nos estaban escribiendo, organizar las fotos y los nuevos registros. La máquina estaba andando era el momento de lanzar.

Así fue a las 3:32 PM empezamos a compartir la plataforma por Whatsapp tal cual lo habíamos hecho el día anterior y a las 3:55 PM entraron los primeros 2 aportes.

Para recolectar la mayor cantidad de feedback trataba de escribirle personalmente a todo el que aportara.

Me parece importante recalcar que esta primera versión de la plataforma no tenía pasarela de pagos, era un lugar donde exponíamos la información de cuentas bancarias de todos los restaurantes registrados y las personas podían cargar una foto de la transferencia. Nuestra labor manual era revisar que esta foto de las transferencias fuera real y que no existieran transferencias duplicadas.

El proceso era demasiado complejo y aún así la gente estaba ayudando, el market place estaba validado.

El domingo fue un día loco, todo el tiempo estuvimos tratando de mantenernos a flote: problemas de experiencia de usuario, la plataforma de aportes no funcionaba bien, teníamos gente intentando registrar sus negocios y no podían porque el formulario de Google no enviaba (recibíamos un nuevo negocio cada 2 minutos). El soporte se estaba volviendo inmanejable pero ahí seguíamos felices.

Masomenos a las 3 horas de haber lanzado pasábamos la barrera del millón de pesos en aportes:

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Y la ayuda no paraba de llegar:

Por su parte los aportes seguían llegando a un ritmo increíble, solo una hora más tarde, pasábamos los dos millones de pesos:

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A las 9 de la noche ya eran de más de 3 millones de pesos en recaudo, todo era increíble así que me tomé un momento para agradecer al equipo, lo habíamos dado todo:

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Ese día terminó logrando lo que hace tan solo algunas horas habíamos soñado; el resto es historía. Ayudamos a recaudar más de 460 millones de pesos, impactando a miles de negocios y familias en el camino. Trabajamos día y noche para demostrar que la solidaridad era más contagiosa que el virus, devolviendo la esperanza a quienes la habían perdido a causa de esta pandemia.

En el camino hicimos cosas increíbles, las cuales me emocionan de solo pensarlas. Un ejemplo de esto es que logramos coordinar una campaña de agradecimiento masivo a los médicos utilizando a los restaurantes del proyecto como aliados y todo en el momento en que más odio había hacia ellos.

Nada de esto habría sido posible sin la cantidad exagerada de gente que nos ayudó desde el momento cero, sin los que aportaron a pesar de los problemas de la plataforma, sin los que creyeron en un combo de amigos que quería ayudar y se pusieron la 10 para que los costos transacciones fueran cero pesos, sin los que nos ayudaron a difundir el mensaje y a contagiar a la gente de buena energía.

Me encantaría poder mencionarlos a todos y cada uno, pero son tantos que probablemente no podría, a pesar de eso mi gratitud es infinita ❤️.

Dicho todo esto, si quisiera terminar por agradecer a alguien que no aparece en estas primeras 48 horas de historía pero fue clave para que el proyecto logrará lo que logró. Estoy hablando, como no, de Aleja (Alejandra Pedraza), aunque llegó unos días más tarde al equipo, trabajó más que todos y buscó la forma de ayudar desde el inicio. Prueba de esto es que fue la tercera en hacer un aporte a través de nuestra plataforma. Aleja se encargó del soporte, por días contestó el celular de Pablo y la avalancha de correos que llegaban. Nos ayudó a mantener a flote el barco y a mantener la confianza en el proyecto en lo más alto, gracias a ella por creer y ayudar sin esperar nada a cambio.

Y aquí termina este recorrido por las primeras horas del proyecto, una historia tan impresionante como desgastante. Cuéntame que te pareció en un correo a mferrer@hey.com o suscribiéndote.